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La flor de cerezo fue la principal inspiración de está espectacular antorcha olímpica de Tokio 2020, justa que está a 492 días de comenzar. El Comité Organizador sorprendió a muchos con este majestuoso objeto que recorrerá el mundo a manos de grandes atletas.

Lo más llamativo de la antorcha olímpica es que está hecha de aluminio reciclado que proviene, en parte, de los alojamientos construidos para los damnificados del terremoto y tsunami de 2011.

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La nación anfitriona utilizó varios elementos significativos para que la antorcha fuera única en su diseño en la historia de los Juegos Olímpicos, utilizando el mensaje de esperanza. 

El Comité Organizador no esperó mucho tiempo para develar el aspecto de la antorcha.

La llama olímpica será encendida en Grecia el 12 de marzo del próximo año y regresará a Japón el 20 del mismo mes en la localidad Matsushima.

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Tanto el diseño como el recorrido que realizará el país anfitrión hasta el pebetero fueron dados a conocer con el objetivo de subrayar el mensaje de esperanza para las regiones del país asiático que resultaron dañadas por el terremoto y tsunami de 2011.

Japón quiere hacer de este acontecimiento deportivo un símbolo de reconstrucción, mostrando al mundo la recuperación de la región devastada por un tsunami y el accidente nuclear de Fukushima.

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La antorcha, además de ser de color rosado, tiene una longitud de 71 cm y pesa 1.2 kilogramos. La abertura superior que alojará la llama olímpica simboliza los 5 pétalos característicos de la flor de cerezo y los 5 anillos olímpicos, evocando el lema oficial de Tokio 2020.

«La esperanza ilumina nuestro camino«.

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