Sin duda alguna, Tom Brady fue uno de los agentes libres más valiosos que estuvieron disponibles en la temporada baja de la NFL y fue contratado por Tampa Bay Buccaneers, sin embargo, pensó en ir a Chicago Bears.
En ese caso, Mitchell Trubisky hubiera sido el sacrificado.
Al igual que Tampa Bay, Chicago es otro de los equipos que ha sufrido demasiado en la liga: el año pasado finalizó con un balance de 8 victorias y 8 derrotas que no fueron suficientes para clasificar a los playoffs.
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Gran responsabilidad de dicho resultado fue la actuación de su mariscal de campo: registró 326 pases completos para 3,138 yardas y 17 touchdowns; su gran pecado fue haber lanzado 10 intercepciones.
Seguramente, al equipo no le hubiera caído nada mal la llegada de Brady.
De acuerdo con el periodista Dan Patrick, Tom Brady pensó en ir a Chicago Bears, sobre todo porque su hijo vive en Nueva York y le quedaba muy cerca la ciudad como para ir a visitarlo frecuentemente: el vuelo dura aproximadamente un par de horas.
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Después de 3 años como profesional, Leonard Fournette por fin encontró en Tom Brady al quarterback perfecto. ? pic.twitter.com/wSyd7gUHRM
— Nación Deportes (@naciondeportes_) September 8, 2020
A final de cuentas, el equipo comandado por Matt Nagy no logró hacerse del experimentado quarterback y prefirió firmar a Nick Foles, proveniente de Jacksonville Jaguars con 77 envíos acertados para 736 yardas y 3 anotaciones en apenas 4 partidos la campaña anterior.
Dicha incorporación se anunció 2 días antes de la llegada del nuevo jugador de los ‘Bucs’.
Ahora que Tom Brady está a un par de días de debutar en Tampa Bay Buccaneers, las expectativas sobre lo que pueda aportar están a flor de piel y el hecho de que pensó en ir a Chicago Bears es, sencillamente, una anécdota.