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Los Chargers vivieron una noche oscura en la humillante derrota ante los Steelers, que no solo se limitó al marcador, también hubo una invasión por parte de la afición acerera y esos factores desembocaron en frustración que se notó en el terreno de juego, en especial en Philip Rivers que protagonizó una especie de pelea con el cornerback Mike Hilton.

El marcador final fue de 24-17.

Los Ángeles es una de las decepciones más grandes de esta campaña y la derrota ante el tercer quarterback de los Steelers, Devlin Hodges, hizo mucho más eco de lo planeado. Pocos se imaginaban un resultado así de sorprendente por todo lo que envolvió el contexto.

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Philip Rivers lanzó dos intercepciones y una de ellas fue interceptada por Hilton, que tras asegurar el balón y el destino del juego, volteó a la banda de los Charges e hizo un gesto que enfureció al mariscal de campo, que casi inicia una pelea campal.

El StubHub Center parecía Heinz Field por la cantidad de fans de los acereros.

Rivers explicó después que salió en defensa de su equipo, ya que esa reacción del CB no era la adecuada. El juego terminó caliente. Era obvio que hubo una gran decepción por parte de ambos.

«No lo he visto, pero probablemente le estrecharía la mano y le diría: ‘Lo siento, me calenté un poco’. Pero no fue gran cosa. No hubo gritos ni gritos. Solo estaba defendiendo a nuestros muchachos«, dijo el QB después del altercado.

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Algunos jugadores de los Steelers señalaron más tarde que Rivers habla mucho y que siempre es divertido jugar contra él. Los Chargers no se divirtieron mucho.