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El mejor basquetbol del mundo volverá este 2020. La NBA ratificó que su temporada 2019-2020 se reanudará a partir del próximo 30 de julio, con ocho partidos para definir a los clasificados y manteniéndose el clásico formato de playoffs, con la mira en que la campaña termine a más tardar el 12 de octubre.

Esta campaña será posible gracias a que se jugará en una sola sede. El ESPN Wide World of Sports Complex, complejo deportivo en Walt Disney World Resort en Orlando, será el escenario donde los mejores jugadores del planeta buscarán el trofeo Larry O’ Brien, con 22 equipos buscando llevarse la gloria en este deporte y también tratando de concientizar con mensajes de justicia social.

El regreso de una de las cuatro ligas deportivas más importantes de Estados Unidos traerá consecuencias positivas y negativas a muchos involucrados, tanto jugadores como equipos, pues se trata de una oportunidad única para muchos equipos que buscan ser campeones, pero también limitó a otros tantos y los marginó de la competencia.

El caso de los Lakers de Los Ángeles es muy curioso. Por un lado, significa una oportunidad de oro para que LeBron James gane su cuarto campeonato, tras los títulos conseguidos en 2012 y 2013 con el Heat de Miami, así como en 2016, cuando lideró a los Cavaliers de Cleveland al primer título de su historia.

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Su historial incluye seis finales perdidas: cuatro veces con los Cavs y dos más con los colores del Heat, por lo que esta temporada se presenta como una gran oportunidad para él de ganar el cuarto trofeo de su carrera.

Las posibilidades son altas, al tener a un compañero de calibre como Anthony Davis, ala-pívot de 27 años y que ha sido All-Star en siete ocasiones. Se trata de uno de los mejores jugadores de la NBA y un excelente complemento para LeBron.

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A esto se le suma la llegada de JR Smith, un conocido de James en Cleveland, el cual busca aportar su experiencia y mejorar la rotación. El equipo está perfectamente armado con elementos como Kyle Kuzma, Dion Waiters y Danny Green, quienes buscan que los Lakers ganen el decimoséptimo campeonato de su historia.

Sin embargo, el equipo de Los Ángeles también sale perjudicado con este formato en Orlando, al perder el factor cancha. Con 49 victorias y 14 derrotas, los Lakers se posicionaban como favoritos en la Conferencia Oeste, por lo que recibirían el beneficio de la localía en todas las series de la postemporada. Con todos los juegos disputándose en el parque de Disney y sin público, se pierde el factor afición.

De acuerdo con la web especializada Casas de Apuestas, los Lakers parten como favoritos para ser campeones, con el 27 por ciento de las probabilidades. Les siguen de cerca los Clippers, que con las adiciones de Kawhi Leonard y Paul George, parten como el principal obstáculo de LeBron y Davis en la Conferencia Oeste, con el 39% de posibilidades de llegar a las finales y el 26% de ser campeones.

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Del otro lado, los Bucks de Milwaukee también salen perjudicados con la burbuja en Orlando. Su récord de 53 victorias y 12 derrotas los colocaban como el mejor equipo de la NBA y esa buena marcha les hubiera permitido tener la ventaja de local en todos los playoffs, incluso en unas hipotéticas finales ante los Lakers, los Clippers o cualquier otro equipo de la Conferencia Oeste.

Al perder esta posibilidad de jugar en su casa, los Bucks redujeron sus posibilidades de llevarse el trofeo Larry O’ Brien, con solo el 20%.

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Los Wizards de Washington, en el Este, así como los Trail Blazers de Portland, los Pelicans de Nueva Orleans, los Kings de Sacramento, los Spurs de San Antonio y los Suns de Phoenix, en el Oeste, también han resultado beneficiados con la reanudación de la temporada y las reglas que la NBA modificó por esta ocasión.

Esto se debe a que los únicos equipos que fueron invitados a Orlando fueron aquellos que estuvieran a un máximo de seis victorias de distancia del octavo sembrado. Esta decisión permitió que estos conjuntos mantuvieran su esperanza de pelear por el título, pues todos tienen un calendario de ocho juegos para meterse en zona de playoffs.

Incluso si uno de ellos no termina metiéndose, le queda esperanzas, siempre y cuando se encuentre a cuatro o menos triunfos de distancia del octavo lugar, lo que forzará a jugar una eliminatoria entre el octavo y el noveno, la cual se define con una sola victoria del primer equipo y dos consecutivas de la segunda quinteta.

Por el otro lado, las otras franquicias se verán afectadas por la reanudación de la temporada, al no poder concluir su fase regular e incluso tratar de aspirar a meterse en la contienda.

Los Hornets de Charlotte (23-42), los Bulls de Chicago (22-43), los Knicks de Nueva York (21-45), los Pistons de Detroit (20-46), los Hawks de Atlanta (20-47) y los Cavaliers de Cleveland (19-46) son aquellos equipos de la Conferencia Este que vieron culminada su campaña antes de tiempo, siendo más afectados los Hornets, a un triunfo de distancia de los Wizards, quienes sí asistirán a Orlando.

En la Conferencia Oeste, solo los Timberwolves de Minnesota (19-45) y los Warriors de Golden State (15-50) quedaron fuera de la reanudación. El equipo de California, donde militan estrellas como Stephen Curry, Klay Thompson y el mexicano Juan Toscano-Anderson, no podrán seguir este curso y será la primera vez desde 2015 que no veamos a los Warriors en unas finales de la NBA.

Otro perjudicado con la reanudación de la temporada fue Trae Young, con promedios por juego de 29.6 puntos, 9.3 asistencias y 4.3 rebotes. Su crecimiento se vio frenado al no ser invitado al regreso de la NBA, por lo que tendrá que esperar a la temporada 2020-2021 para volver a demostrar su valía e intentar meterse a la élite del basquetbol en Estados Unidos.

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Vince Carter, quien anunció su retiro hace poco, no pudo dejar las canchas como esperaba. El único jugador en la historia que ha jugado en cuatro décadas (su carrera comprendió entre 1998 y 2020) no pudo recibir un partido de despedida en temporada regular, debido al parón de la NBA por el positivo de Rudy Gobert el pasado mes de marzo.

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Precisamente el pívot francés es otro de los que genera más dudas en esta reanudación, debido a que llegó a contagiar de Covid-19 a su compañero de equipo Donovan Mitchell, lo cual llegó a dañar el vestidor del Jazz de Utah mientras la temporada estaba en pausa. Con este problema, el equipo de Salt Lake City podría no estar al cien por ciento, en caso de que persista el problema entre sus dos estrellas.

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Los Nuggets de Denver, terceros en el Oeste, también se han visto perjudicados porque Nikola Jokic, su jugador estrella, dio positivo a coronavirus. El pívot serbio pasó la cuarentena en su país natal, creyéndose que contrajo el virus en una reunión con el tenista Novak Djokovic, que también dio positivo. En caso de que Jokic no se recupere, los Nuggets perdieron a un hombre clave y lucen vulnerables.