Este lunes culmina una semana 15 más de la NFL en vísperas de que termine la temporada regular, Philadelphia Eagles se mide a Arizona Cardinals para regresar a la senda del triunfo luego de tres derrotas de manera consecutiva que los tiene con la posibilidad de perder ser el sembrado número uno de la Conferencia Nacional. Lo que hace unas semanas era asegurado, ahora tiene que pelearlo.
Para los resultados del fin de semana, el más sorpresivo fue el de Buffalo Bills destronando a Dallas Cowboys con un marcador de 31-10 para bajar las esperanzas de sus aficionados y cuestionando ciertos aspectos del sector ofensivo y defensivo del equipo ante las potencias de la Conferencia Americana. Es la segunda ocasión que dejan casi en blanco al equipo de la Estrella Solitaria.
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Termina la semana 15 de la NFL.
Los Bills han pasado por serios problemas de lesiones especialmente en defensa que les llevaron a una gran irregularidad durante buena parte de la temporada, pero llegado el momento de la verdad, son ahora mismo, sin ningún género de duda, uno de los equipos más en forma de la NFL. Han recuperado el ritmo que los llevó a finales de conferencia.
Para Cowboys, esta derrota, por un lado, refuerza la certeza de que son mucho más vulnerables cuando juegan lejos de Arlington que cuando lo hacen como locales y, otro, prácticamente les condena a la quinta plaza de la Nacional, lo que supone jugar todos los Playoffs como visitante; por lo que se da la tormenta perfecta para abundar en la idea de que cada año prometen tener lo necesario para volver a la Super Bowl y temporada tras temporada se quedan en el camino.
Quienes recuperaron la memoria fueron los San Francisco 49ers que llegaron a seis triunfos de manera consecutiva para ponerse en el mismo nivel que Dallas y Philadelphia para posicionarse como el número uno de la conferencia. En caso de una derrota de Eagles, estarían con su propia mano para asegurar esa semana de descanso en los playoffs. Ya están clasificados.
Brock Purdy ha sido lo mejor que le pudo pasar a estos 49ers y las tres derrotas consecutivas también pusieron en valor al equipo para mejorar y seguir promediando más de 30 puntos por victoria.