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Lamar Jackson fue seleccionado por Baltimore Ravens en el Draft de 2018 con el objetivo de convertirlo en el mariscal de campo que lo guiara al Super Bowl, algo que no ha sucedido, y la temporada 2021 de la National Football League (NFL) sería crucial para él.

Fue nombrado MVP de la campaña 2019.

Actualmente, el jugador decidió renunciar a sus vacaciones para entrenar de manera individual, mejorar sus lanzamientos y regresar a la pretemporada con mucho mejores aptitudes que le puedan ayudar a trascender en la mejor liga de futbol americano del mundo. Además, está en el proceso de renovar su contrato.

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En su primer año como profesional, sin ser titular ante la presencia de Joe Flacco, lanzó 99 pases completos para 1,201 yardas y seis anotaciones. La escuadra clasificó a los playoffs como líder de la División Norte de la Conferencia Americana y fue eliminada por Los Angeles Chargers en la ronda de comodines.

Aquella derrota fue por 23-17.

Al año siguiente ya se apoderó por completo de los controles en la ofensiva y se lució con un total de 265 envíos acertados para 3,127 yardas y 36 touchdowns, pero se le acabó la magia una vez en la postemporada: cayó por 28-12 frente a Tennessee Titans en la ronda divisional.

En aquel duelo registró 31 pases completos para 365 yardas, una anotación y dos intercepciones.

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En la última temporada bajó su nivel al haber cerrado con 242 envíos correctos para 2,757 yardas y 26 touchdowns. Avanzó como segundo de su división y se despidió con un desastroso 3-17 en contra de Buffalo Bills en su segundo partido de playoffs.

En dicho juego completó 14 pases para 162 yardas, sin anotaciones y una intercepción.

Ahora, Lamar Jackson está por encarar la temporada 2021 de la NFL (última de su contrato como novato) con Baltimore Ravens y se podría decir que ya tiene la obligación de llegar hasta el Super Bowl LVI tras no haber clasificado ni siquiera a la Final de la Conferencia Americana en sus primeros tres años.