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Los Golden State Warriors están aferrados a una ligera esperanza de conseguir un tricampeonato en la NBA, ya que no tienen margen de error. Perder solo un partido significaría convertirse en el segundo lugar de la liga, pero para su buena suerte, esa esperanza está a nada de aumentar porque Kevin Durant tiene la alta médica. 

Bueno, al menos para empezar a entrenar antes del juego 5.

No hay nada a su favor, pierden la serie 3-1 y además el siguiente duelo será en casa de los Raptors, con el calor de la afición del ScotiaBank Arena, mismos que mueren por a su equipo campeón por primera vez.

Los Warriors parece que acaban de encontrar ese empuje que necesitan para intentar una remontada histórica, misma que solo un equipo ha conseguido. 

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Esa esperanza tiene nombre y apellido, Kevin Durant. 

El alero sufrió una lesión en las Finales de Conferencia contra los Houston Rockets y desde ese entonces no ha tenido la oportunidad de pisar la duela para ayudar a su equipo a continuar escribiendo su legado. 

Se esperaba que pudiera estar para el juego 4, mismo que perdieron en el Oracle Arena, pero los doctores decretaron que aún no estaba listo y no buscaban arriesgarlo.

La última información decía que aún no estaba en condiciones. 

Un día antes del siguiente duelo, Steve Kerr, técnico de los Warriors, metió un poco de optimismo a los actuales campeones y sus aficionados al decir que el alero recibió el alta para poder participar en el último entrenamiento.

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«Ha recibido el alta para entrenar con nosotros y luego hará un trabajo extra con los jugadores más jóvenes del equipo. A partir de ahí veremos cómo está», comentó en la rueda de prensa previa al juego 5.

Aún falta la confirmación para el partido, pero el entrenar es un rayo de esperanza para unos Warriors que necesitan un milagro para vencer a los Raptors.