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Muchos aficionados de los Patriots tienen solo un deseo, que su mítica ala cerrada salga del retiro y vuelva a los emparrillados. Algunos pensaron que eso se volvería una realidad cuando Rob Gronkowski regresó al Gillette Stadium, pero para su mala suerte no tuvo nada que ver con volver a jugar. 

El exjugador volvió a pisar ese lugar para una causa fuera del futbol americano.

El haberse retirado no quiere decir que se olvidará por completo del equipo de sus amores, así como de las tradiciones que estaba acostumbrado a llevar a cabo con ellos. 

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Así que esa es justa la razón por la cual volvió, a cumplir una promesa que lleva realizando año tras año y todo para ayudar a niños con cáncer. 

Por novena vez consecutiva, «Gronk» participó en el evento Buzz Off. 

Es llevado a cabo por One Mission, una organización sin fines de lucro basada en Framingham, la cual apoya para hacer pelucas a niños con cáncer que están pasando por la etapa de la quimioterapia. 

Gronkowski fue uno de los que se afeitaron la cabeza en una muestra de solidaridad para apoyar esta causa. Y como lleva 9 años haciéndolo, el ya no estar con los Patriots no sería la excusa para no hacerlo.

Aunque como bien dicen, las risas no faltaron para el nuevo pelón. 

Después de recibir su corte, el exala cerrada de los Patriots también jugó al barbero y rasuró el cabello de dos o tres personas en el evento.

Desde 2010, más de 6,000 personas han afeitado sus cabezas para recaudar más de $ 7.7 millones para pacientes y familias necesitadas.

Así que por más que quieran verlo de nuevo en el campo, Gronkowski regresó al Gillette Stadium solo para apoyar a los más necesitados y lo seguirá haciendo siempre que sea necesario.