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La semana pasada fue Nick Foles, hace unas horas fue Ben Roethlisberger y ahora Drew Brees salió lesionado del partido entre los New Orleans Saints y Los Angeles Rams, causando una baja terrible si consideramos que es uno de los mejores mariscales de campo de la National Football League (NFL).

Por si fuera poco, los árbitros volvieron a perjudicar al equipo visitante.

Es imposible olvidar la tremenda polémica ocurrida en el partido por el título de la Conferencia Nacional de la campaña anterior, donde los jueces no marcaron una clara interferencia de pase a favor de los Saints, misma que se hubiera convertido prácticamente en la victoria para ellos y el boleto al Super Bowl.

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Todo comenzó como una auténtica pesadilla para Nueva Orleans, ya que en una de las primeras jugadas del encuentro, su quarterback sufrió un golpe accidental en su dedo pulgar de la mano derecha con Aaron Donald, provocando que el Brees tuviera que salir del terreno de juego para ser atendido.

Los médicos le aplicaron un vendaje y el jugador está siendo valorado para conocer la gravedad de la lesión que no le permitió regresar al encuentro correspondiente a la semana 2 de la NFL.

Teddy Bridgewater fue el encargado de tomar su lugar.

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La polémica ocurrió en el segundo cuarto con el marcador empatado 3-3, era tercera oportunidad y 7 yardas por avanzar para los Rams en zona roja. Cuando Jared Goff se preparaba para lanzar, Trey Hendrickson lo golpeó y provocó lo que parecía balón suelto, mismo que fue recuperado y devuelto para touchdown por Cameron Jordan, sin embargo, los referees marcaron pase incompleto.

Más adelante, el equipo angelino tomó la ventaja 3-6 antes de irse al medio tiempo.

A final de cuentas, Drew Brees no pudo regresar y los Rams aprovecharon su ausencia para quedarse con la victoria 9-27 con anotaciones de Todd Gurley, Brandin Cooks y Jared Goff, de manera que los angelinos mantienen el invicto y los New Orleans Saints cuentan con un triunfo y una derrota.