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La visita a Los Ángeles salió extremadamente, no solo por la derrota o por el error de los árbitros que les costó un touchdown, sino por la lesión de Drew Brees en su pulgar para la lanzar que pone en serios problemas a los Saints y sus aspiraciones a ganar la división y el Super Bowl.

La lesión del QB sería en el ligamento de dedo.

El mariscal de campo envió un pase y al momento de terminar con la mecánica de lanzar su mano se estrelló en el tackle defensivo Aaron Donald. De inmediato se vio la cara de dolor y preocupación en Brees, quien no volvió en al partido.

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Tras el fatídico juego, Drew Brees no viajó con el equipo a Seattle (su duelo de la semana 3) y prefirió quedarse en Los Ángeles para ver a un especialista. Según Tom Pelissero de NFL Network, la lesión es en el ligamento del pulgar para lanzar y se confirmó que por lo menos estará fuera 6 semanas y que será operado.

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Ayer New Orleans estaba ávido de venganza, ya que se enfrentó al equipo que los eliminó de playoffs la campaña anterior con una controversial interferencia que no se marco y que ocasionó que ahora las interferencias que se marca y las que no, puedan ser retadas.

Ian Rapoport añadió que los Saints están explorando todas las alternativas posibles.

La lesión el el pulgar de Drew Brees es brutal para los Saints, quienes tuvieron que mandar al ruedo a Teddy Bridgewater, que terminó su tarde contra los Rams con 17 de 30 completos para 165 yardas. Sin duda con él en los controles las aspiraciones de los Saints bajan dramáticamente.