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Siendo uno de los equipos con más historia en la NFL, es inevitable que los reflectores no estén sobre ellos -incluso cuando no pasaron a playoffs-. Su mente ya está en la siguiente temporada, una que será fundamental para los próximos 5 años, porque los Cowboys deben tomar decisiones muy importantes que definirán su futuro a partir del 2020.

El caso de Jason Garrett es punto y aparte.

Se decía que su despido sería inminente, pero luego de 3 arduas reuniones con el jefe Jerry Jones, sigue sin haber una resolución. Lo más seguro es que le den las gracias, aunque mientras no haya nada seguro, habrá que imaginarse en 2020 con Garrett al mando.

Una vez solucionado ese tema, habrá dos cosas en las cuales el equipo tendrá que poner toda su energía y realmente deberá ser toda porque no son algo para tomarse a la ligera y menor porque involucran a dos de sus mejores jugadores actualmente.

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La primera es firmar a Dak Prescott, o no.

Entró en la Semana 17 empatado en quinto lugar en pases de touchdown (26), segundo en pasar primero en down (216) y séptimo en yardas netas ajustadas por intento (7.7). Además, Prescott había sido capturado 20 veces lugar 29 en la NFL y solo hizo fumble cinco veces.

Se vio mejor que nunca. El año pasado, sostuvo el balón demasiado tiempo y posteriormente fue capturado 56 veces, el segundo más en el año ​​y empató el liderazgo de la liga con 12 balones sueltos, así que su presencia en la bolsa ha mejorado notablemente. 

Su conexión con Michael Gallup fue única.

Con Prescott y Gallup mejorando tanto, Dallas pasó de ser el número 20 en yardas por jugada en 2018 al número 1 este año, por delante de los Cuervos y los Jefes. Es posible que Prescott no juegue como un mariscal de campo de élite todo el tiempo, pero ha mostrado habilidades de élite este año. 

Jerry Jones seguramente necesitará contratar a un entrenador en jefe, firmar a Prescott por una extensión a largo plazo o etiquetarlo como franquicia y luego descubrir cómo volver a firmar a Amari Cooper, otra de las decisiones de los Cowboys en 2020.

Puede que no haya sido la fuerza que mejoró el equipo en la segunda mitad de 2018, pero Cooper todavía es capaz de ser uno de los mejores receptores. Dallas renunció a una primera ronda por él, pero mantenerlo será complicado junto con las negociaciones de Prescott.

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El receptor Julio Jones cambió por completo el mercado de receptores con un contrato de tres años que le pagó 22 millones anuales, con 64 millones de su contrato de 66 millones garantizado. Los acuerdos casi totalmente garantizados simplemente no existían para un ‘no quarterback ‘antes del acuerdo de Jones.

Cooper es cinco años más joven que Jones y podría pedir una variedad de opciones de contrato difíciles para Dallas basadas en el acuerdo de Jones, por lo cual contratarlo a él y firmar a Prescott parece algo casi imposible, el tope salarial les afectaría mucho. 

 

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I had visions of the reaper coming, these are the repercussions.

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El dinero no es problema.

Dallas ya tiene la línea ofensiva más cara de la liga y el corredor mejor pagado, por lo que la cantidad de efectivo que los Jones decidan invertir en su ofensiva será fascinante. Esas son las decisiones que los Cowboys deben de tomar para el 2020 y ver cómo se desarrolla todo es algo que todos esperan ver.