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Cuando los Cowboys quedaron eliminados de playoffs, el despido de Jason Garrett parecía ser inminente, pero todo indica que a Jerry Jones le está costando mucho más de lo esperado, ya que en una semana se han reunido en tres ocasiones para intentar llegar a una solución sobre su futuro.

Terminaron con un récord de 8-8.

Garrett lleva 9 años al mando de la franquicia y nunca pudo llevarlos a un Super Bowl, lo más lejos a donde llegaron fue a los Juegos Divisionales de la NFC, pero siempre caían contra sus rivales. Solo pasaron 5 ocasiones a postemporada y no lograrlo en 2019 parecía ser la gota que derramó el vaso.

La primera reunión fue el lunes 30 de diciembre, después se volvieron a ver el 31 y la tercera será el jueves 2 de enero, esperando que se llegue a una solución. Las otras 2 no duraron mucho y nadie dijo nada respecto al tema, ¿la tercera será la vencida?

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El contrato de Garrett acaba el 14 de enero.

Muchos piensan que el dueño de los Cowboys está esperando a esa fecha para hacer oficial su salida y más porque cuando fueron eliminados de la pelea a playoffs, dijo que no tenía un tiempo definido para tomar la decisión y no le importaba que otros equipos, tuvieran la oportunidad de iniciar un proceso de contratación.

Jones considera a Garrett como alguien de su familia y es por esa razón que la decisión ha sido tan complicada, hasta lo describió como “una fuente de orgullo para mí. Ha sido un honor trabajar con él y seguir trabajando con él”.

Podría seguir en los Cowboys, pero no como entrenador.

La gente dentro de la organización ha comenzado a preguntarse si Garrett va a tener un rol con los Cowboys en 2020, ya sea como entrenador en jefe o de otra manera. Hay una teoría que implica que el exentrenador de los Texans y los Broncos, Gary Kubiak, se una al equipo como entrenador en jefe, con Garrett manejando las cosas del día a día y Kubiak siendo el líder general del equipo.

Jason Garrett no tiene su futuro asegurado en los Cowboys, pero al menos se está comprando algo de tiempo para poder intentar quedarse, aunque no sea como entrenador en jefe.