La última vez que los Colts no tenían un QB franquicia fue en 1997, pero el repentino retiro de Andrew Luck los colocó en esa situación en 2019, así que buscan todas las posibilidades para reemplazarlo y parece que una de ellas está en contratar a Philip Rivers.
Jacoby Brissett no hizo un mal trabajo en la temporada.
Cuando Luck decidió dejar los emparrillados, la batuta pasó a ser de Brissett, quien mostró poder ser una promesa en el equipo aunque parece que no lo suficiente para no considerar a alguien más. Logró 1,942 yardas, 22 pases de anotación y 6 intercepciones, pero no pudo llevar a los Colts a los playoffs.
No es como que Rivers si lo hiciera en los Chargers, pero la experiencia que tiene como titular en la NFL es algo que ayudaría a los de Indianapolis. Llegó a la liga en 2004 y desde ese entonces no ha perdido el mandato de los Chargers, tanto cuando estaban en San Diego como cuando se mudaron a Los Ángeles.
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Esa decisión se basa en una relación del pasado.
El razonamiento es la historia pasada de Rivers con el entrenador en jefe de los Colts, Frank Reich quien fue el entrenador de quarterbacks de los Chargers durante la temporada 2013. Esa temporada, Rivers lideró la NFL con un porcentaje de finalización de 69.5, el más alto de su carrera.
Esta claro que 2013 era el año donde Rivers estaba en lo más alto, pero las pérdidas de balón lo afectaron en 2019. Si bien completó el 66% de sus pases y lanzó para 4,615 yardas y 23 touchdowns, Rivers también lanzó 23 intercepciones.
¿Es la mejor opción para ‘Indy’?
Si bien los Colts obviamente no son un producto terminado, agregar un futuro mariscal de campo del Salón de la Fama ciertamente convertiría al equipo en uno de los primeros favoritos para competir por el título de la división AFC Sur, así que contratar a Philip Rivers no es tan mala opción.
#Chiefs are up but Philip Rivers is starting to get close.
Touchdown Hunter Henry.https://t.co/8KVhMLKzel
— Dov Kleiman (@NFL_DovKleiman) December 29, 2019