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Philip Rivers ha comandado a la franquicia durante 15 años y aunque tuvieron algunos momentos de gloria, la realidad es que es más lo malo que lo bueno. Año tras año, el equipo encuentra la forma de decepcionar a sus aficionados y 2019 no es la excepción, porque Chargers ha perdido 8 juegos por menos de 7 puntos.

Han hecho de la derrota, una verdadera obra de arte.

Es cierto, todos los equipos han perdido o tienen la posibilidad de hacerlo, pero esta franquicia se ha dedicado a hacerlo semana tras semana. Lo más sorprendente de todo es que en muchas ocasiones tiene el juego en sus manos y hacen algo para dejarlo ir.

Desde 2006, los Chargers han perdido 65 juegos por siete puntos o menos, empatados con los Browns por la mayor cantidad. El equipo vuelve a los mismos temas una y otra vez: errores mentales, errores de equipos especiales y desastres en el último cuarto que siempre los llevan a la derrota. 

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La más reciente fue en su derrota contra los Denver Broncos.

Abajo 20-17 con poco más de dos minutos, Los Ángeles se enfrentó a un cuarto y 1 en su propia línea de 34 yardas. El entrenador en jefe Anthony Lynn mantuvo a su ofensiva en el campo y Rivers hizo un pase profundo para el receptor Mike Williams quien atrapó la pelota con un brazo para una ganancia de 38 yardas.

Después hicieron un gol de campo para empatar. Pero ahí llegaron los Chargers de siempre, Courtland Sutton de Denver sacó una interferencia de pase sobre Casey Hayward de Los Ángeles para avanzar 37 yardas. Los Broncos patearon un gol de campo de 53 yardas cuando expiró el tiempo para ganar 23-20.

Esa ha sido la historia de toda la campaña.

Tienen un récord de 4-8 y sería muy diferente si no fuera por su pésimo historial para echar partidos a perder. En la semana 7 fue el primero, perdieron 23-20 contra los Titans, en el segundo y gol, Gordon se metió al TD, pero la jugada fue nuevamente revisada y los árbitros dictaminaron que Gordon perdió el balón antes de ser tackleado y los Titanes lo recuperaron.

Semana 10, 26-24 contra los Raiders. Rivers necesitaba mover a los Chargers de la línea de 25 yardas al rango de gol de campo, pero completó cero de sus siete intentos. Incluso cuando los Chargers fueron rescatados por una penalización de cuarta oportunidad, no se movieron ni una pulgada en las otras siete jugadas.

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Contra los Chiefs en la Ciudad de México, Rivers lanzó una intercepción en el último drive del juego para poder empatar el encuentro. En esos dos partidos contra su rival de división, tuvo 7 entregas de balón.

Esas son solo algunas de las veces que han dejado ir la victoria.

Chargers ha perdido 8 juegos por menos de 7 puntos y eso los tiene en la cuerda floja esta temporada, además de que el trabajo de Philip Rivers corre peligro, porque no solo ha sido una ‘maldición’ este año, sino que lleva 15 años con ese mala racha.