Parece que esta novela llegará a su fin, ya que después de que fue despedido por los Raiders de Oakland, Antonio Brown será jugador de los Patriotas de Nueva Inglaterra.
El receptor fue contratado por los Raiders para la temporada 2019.
Por increíble que parezca, el jugador salió de los Acereros de Pittsburgh por un conflicto de indisciplina, así que el equipo de Oakland le brindó una nueva oportunidad, misma que desperdició al no asistir a los entrenamientos de pretemporada, por lo que fue multado con 40 mil dólares, provocando que amenazara a Mike Mayok, Gerente General del equipo.
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Posteriormente, Brown publicó un mensaje en sus redes sociales contra el mandatario, en el que también solicitó su salida, deseo que se le cumplió y no tardó ni un día en encontrar un nuevo destina, ya que, según el periodista Eitan Benezra, ya tiene un acuerdo con el actual campeón de la National Football League (NFL).
El contrato será por un año y 15 millones de dólares.
Cabe recordar que Antonio estuvo en la ‘Cortina de acero’ durante 9 años y terminó la temporada anterior con 104 recepciones para 1,297 yardas y 15 touchdowns, estadísticas suficientes para ser uno de los jugadores más cotizados, ni siquiera por ser un hombre polémico y conflictivo, los equipos no ven con malos ojos tenerlo en sus filas, a final de cuentas, los Patriotas fueron los afortunados.
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Cabe mencionar que el mejor receptor y el favorito de Tom Brady a lo largo de la campaña anterior fue Julian Edelman, por lo que era una de las posiciones en la que los Patriotas tenían menor potencial, situación que se podría revertir con la llegada de Antonio Brown en búsqueda de su segundo Super Bowl consecutivo y el séptimo de su historia.
El receptor fue subcampeón con Pittsburgh en el 2011.
Si los Patriotas de Nueva Inglaterra ya eran catalogados como uno de los principales candidatos a coronarse el próximo 2 de febrero en Miami, la llegada de Antonio Brown reforzará dicho pronóstico, pero tendrá que comportarse a la altura para no volver a protagonizar otro escándalo por mal comportamiento que lo pueda alejar nuevamente de los emparrillados.