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Todos tienen momentos en su vida que los definen, aquellos instantes que los convirtieron en lo que son hoy en día. Para un jugador de Pachuca eso pasó en el 2016, cuando quedó campeón y logró lo que todos le dijeron que nunca haría. Víctor Guzmán dejó de ser rechazado para vestirse de gloria. 

Varios clubes lo dejaron pasar antes de siquiera darle una oportunidad. 

Algunos decían que por su tamaño, por la falta de habilidad y hasta se dijo que por tener un tatuaje en todo el brazo. Esas fueron muchas las razones que pudieron acabar con sus sueños de ser futbolista, pero sus ganas de salir adelante siempre fueron mayores. 

Desde pequeño quiso ser parte de un equipo de Primera División y no descansó hasta conseguirlo, a pesar de todas las piedras que se le cruzaron en el camino. 

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Antes de ser el héroe en Pachuca, tuvo que repetirse dos palabras fundamentales ‘resistir y perseverar’, ya que su camino hacía el éxito tuvo muchos rechazos por parte de diferentes clubes.

El jalisciense empezó en las fuerzas básicas de Atlas, donde estuvo un tiempo y hasta quedó campeón, pero un día lo corrieron del equipo sin aviso alguno. Cuando fue a preguntar, la única razón que le dieron fue bastante patética, la excusa fue su altura.

Al parecer nunca habían escuchado de Messi.

Se fue a probar a las fuerzas básicas de Chivas y se quedó en Verde Valle, donde fue campeón, pero la historia ser repitió y las puertas se le volvieron a cerrar. 

«No veían que fuera a tener oportunidades en Primera División, me dijeron que me mandaban a Pachuca para darme el juego que necesitaba, que iba a ir a préstamo y en un año regresaba«, dijo el futbolista.

Otro tema con Guadalajara fueron sus tatuajes, aunque nunca se lo dijeron de forma directa. «Me empecé a tatuar y un buen día aparecí en los entrenamientos con dibujos en el brazo. Tiempo después salió una nota en la que, según, no me había querido en Primera porque parecía un cholo de Tonalá«, dijo el ahora jugador de Pachuca.

En Pachuca dieron gracias de que nunca regresó al ‘Rebaño Sagrado’, ya que los Tuzos era el justo el equipo que Víctor Guzmán necesitaba para brillar como soñó desde pequeño.

Las cosas tampoco fueron fáciles en ese club, tuvo que aguantar varios meses y demostrar que se merecía la titularidad, situación que llegó más temprano que tarde.

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El 2016 fue el año en el cual debutó y el mismo en el cual se coronó campeón con los Tuzos y todo gracias a su gol en tiempo agregado que Rayados no ha olvidado ni la afición Tuza. Así fue como un chico de 21 años dio el trofeo de campeón a Pachuca. 

De ahí en adelante, el resto es historia, Víctor Guzmán se ha establecido en el club con 36 goles en 4 temporadas y siendo un pilar para el equipo. Además, ya es un habitual en las convocatorias de la Selección Mexicana y está a nada de ir a Europa. Demostró que sin importar cuantas puertas se cierren, siempre habrá una abierta con la oportunidad de tu vida.