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Tom Brady y su relación con los Patriots llegó a su fin después de 20 años usando los mismo colores y compartiendo las mismas glorias, pero aunque apenas todo el mundo se enteró hace algunas semanas en la agencia libre, el mariscal de campo ya lo sabía desde hace más de un año.

2019 fue una de sus peores temporadas.

El equipo estaba desecho y semana tras semana cambiaba de compañeros. Primero, Rob Gronkowski se retiró, solo tenía a Edelman como receptor y sus otras armas a la ofensiva, se lesionaban o los cortaban después de 11 días de firmarlos (gracias por eso Antonio Brown).

Tuvo 4,957 yardas, 24 pases de TD y solo 8 intercepciones, números que no son malos, aunque eso es hasta que ves su índice de pasador de 88%. Nunca en toda su carrera había tenido algo menor a 93, esa pésima temporada fue la prueba de que el tiempo de Brady en los Patriots había terminado, algo que él sabía desde antes.

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Después de 20 años, quería afrontar nuevos retos.

“Probablemente sabía antes del comienzo de la temporada pasada que era mi último año”, dijo Brady. “Nuestro tiempo estaba llegando a su fin. Era hora de afrontar nuevos retos. ¿Mi legado? Nunca me ha importado pensar en qué herencia dejo”.

El ganador de 6 anillos de Super Bowl ya sabía lo que le deparaba el futuro, así que después vino la parte complicada, avisarle al equipo y a los dueños. Primero se lo hizo saber a Robert Kraft e inmediatamente llamó a Belichick, «Estaba llorando. Soy una persona muy emocional. Lo conseguí todo, todo lo que me propuse, gracias a una increíble organización de equipo y a un grupo de gente increíble», aseguró.

Ahora intentará hacer lo mismo con Tampa Bay.

Tom Brady y su relación con los Patriots es parte del pasado, aunque un pasado muy exitoso y lo más seguro es que no logre lo mismo con los Buccaneers, pero sin duda está listo para enfrentar un nuevo reto antes de decirle adiós a los emparrillados.