Foto: Nación Deportes

Green Bay no empezó el 2019 de la mejor manera, pero con el tiempo y con Aaron Rodgers a los controles mejoraron, muchos pensaron que eran contendientes al Super Bowl, aunque al parecer fue muy pronto para decir eso porque los Packers llevan dos partidos para el olvido y esta temporada se ve cada vez peor.

Su derrota contra los Chargers fue la primera.

Sorprendentemente, los ‘cabezas de queso’ cayeron ante un equipo de Los Ángeles que no tiene ni pies ni cabeza y que desde que empezó la campaña demostraron que no traían nada con que pelear. Además, no fue por poco, terminaron 26-11 y empezaron a mostrar su verdadero ser.

Rodgers fue consciente de lo que pasó y hasta dijo que era una lección para el equipo. «Esta es una buena porción de pastel de humildad para nosotros. Creo que esto será algo bueno», dijo el mariscal de campo, quien al parecer habló antes de tiempo. 

 

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Solo una semana después los 49ers los arrasaron 37-8.

La defensa de Green Bay permitió la mayor cantidad de puntos en toda la temporada y Rodgers tuvo uno de los peores juegos de su carrera. Así fue como el equipo de Matt LaFleur pasó de ser contendiente a pretendiente al Super Bowl. 

El veterano mariscal de campo completó solo 20 de 33 pases para 104 yardas, las yardas más bajas por intento de pase (3.2) de toda su carrera. Tengan en cuenta que Rodgers fue capturado cinco veces para una pérdida de 38 yardas.

Los 49ers dominaron desde el principio.

En la primera serie del encuentro, el apoyador Fred Warner capturó a Rodgers y al ala defensiva Nick Bosa recogió el balón para devolverlo a la yarda dos de Green Bay, en la próxima jugada, el corredor Tevin Coleman anotó el primer touchdown de miles. 

No les dejaron hacer nada en la primera mitad:

– Pérdida de balón (13 yardas perdidas)

– Tres y fuera (6 yardas)

– Tres y fuera (1 yarda)

– Tres y fuera (negativo 3 yardas)

– Entrega de balón (52 yardas)

– Seis y fuera (cero yardas ganadas, hubo penalizaciones)

– Tres y fuera (4 yardas)

– Tres y fuera (negativo-7 yardas)

Eso quiere decir que ganaron solo 60 yardas en los primeros 30 minutos del partido. Además, opacaron completamente a Rodgers, a él le encanta aferrarse al balón y buscar pases largos, pero esa es una estrategia difícil contra una defensa que lidera la liga en presión y capturas.

Antes de empezar el partido, los 49ers fueron el único equipo que permitió menos de dos pases de más de 20 yardas por juego y Rodgers promedió más de cinco de esos lanzamientos por juego. Cuando se enfrentaron, el QB de Green Bay no logró ninguno. 

Ni hablar de la defensa.

El ala cerrada, George Kittle tuvo seis atrapadas para 129 yardas y el touchdown de 61 en el pase profundo de Jimmy Garoppolo. Además de Kittle, el receptor Deebo Samuel destrozó a los Packers para un touchdown de 42 yardas.

La temporada de Green Bay Packers no luce bien y más porque está empatado con los Vikings en el liderato de su división, así que es momento de que Matt LaFleur haga algo por solucionar sus problemas (ofensivos y defensivos) o se pueden ir despidiendo de todas las esperanzas de llegar al Super Bowl.