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No cabe duda de que Tom Brady ha sido uno de los mejores mariscales de campo en la historia de la National Football League (NFL), como todo deportista, tiene su punto débil y ese es New York Giants, equipo al que enfrentará esta noche en el cierre de la semana 8 de la temporada 2020 con Tampa Bay Buccaneers.

El quarterback ha ganado 6 títulos, pero ha perdido un par ante los neoyorquinos.

El jugador veterano se ha visto las caras 7 veces con la escuadra de la ‘Gran Manzana’ y el balance es favorable: 4 victorias y 3 derrotas, pero las más dolorosas ocurrieron en las ediciones XLII y XLVI del Super Bowl.

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El primero de ellos hubiera sido su cuarto anillo con New England Patriots y Giants le arrebató la posibilidad de conquistarlo con triunfo por 14-17 el 3 de febrero de 2008 en el University of Phoenix Stadium de Arizona. En aquella ocasión lanzó 29 pases completos de 48 para 266 yardas y una sola anotación.

En ese entonces, tenía 32 años de edad.

Posteriormente, el 5 de febrero de 2012 se le presentó la posibilidad de cobrar venganza en el Lucas Oil Stadium de Indianapolis y volvió a ser derrotado por 17-21. Sus números fueron muy similares: 27 envíos acertados de 41 para 276 yardas, 2 touchdowns y una intercepción.

En ambos compromisos, el mariscal de campo rival fue Eli Manning.

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La historia en fase regular es muy distinta: el jugador de 43 años de edad apenas ha perdido en una ocasión frente a Giants: ocurrió el 7 de noviembre de 2011 y el resultado fue 24-20 con un Brady que estuvo impreciso al haber lanzado 28 pases completos de 49 para 342 yardas, 2 anotaciones y 2 intercepciones.

En contraste, las victorias fueron por 17-6 en 2003, 38-35 en 2007 y 35-14 apenas el año pasado, ya con Daniel Jones en los controles del equipo que ahora está a cargo de Joe Judge. Será la segunda vez que enfrente al joven quarterback de 23 años de edad.

En fin, la mesa está servida para el Monday Night Football de la semana 8 de la temporada 2020 de la NFL y veremos si Tom Brady será capaz de superar a sus peores fantasmas como el responsable de la ofensiva de Tampa Bay Buccaneers contra su archirrival New York Giants.