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Todos hablan del ‘Tata’ Martino, para llevar al ‘Tri’ a lo más alto, aunque también existe otra persona, la cual pocos conocen, que quiere hacer lo mismo pero con la Selección Mexicana Sub 20. Se trata de Diego Ramírez, el director técnico de los jóvenes que están en la pelea por convertirse en campeones del mundo.

El entrenador dejó las canchas para dedicarse al banquillo.

Existen personas que aman tanto el deporte, que no importa de que lado estén, solo quieren dedicarse a ello. Eso fue lo que hizo Ramírez, que abandonó su carrera como futbolista para ser DT y enfrentar, lo que hasta ahora, es su mayor reto como entrenador.

Duró 9 años jugando, debutó en 2004 con el Atlante y también pasó por Monterrey, donde sufrió una lesión en el tobillo, la cual hizo que se alejara de las canchas después de acumular 109 juegos, 6,689 minutos y tres goles.

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Lo que parecía el final del sueño desde niño, en realidad era solo el principio.

Diego sabía que su vida estaba en el futbol y la única forma de seguir en él sin jugar era dedicarse a los banquillos. Decidió empezar a prepararse para convertirse en director técnico.

Parecía que el destino quería que se dedicara a ello y no era para menos, su padre es ‘Chucho’ Ramírez, el gran entrenador que fue campeón en la máxima justa a nivel de Selecciones Sub 17 en 2005 y actualmente es presidente deportivo de Pumas.

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Diego no desistió en ningún momento y su primera oportunidad llegó con un viejo conocido.

Miguel Herrera, DT de América, confió en él y lo incorporó a su cuerpo técnico en el Atlante en 2010. Dos año después, las Águilas contrataron al ‘Piojo’ y Diego se fue con él. Juntos fueron campeones del futbol mexicano y jugaron dos finales.

En 2014 fue cuando su carrera en la Selección dio inicio.

Herrera fue llamado a ser DT del ‘Tri’ y como era de esperarse, Ramírez estuvo a su lado, pero con un peso mayor. Fue el encargado de seguir a jugadores alrededor del país y estudiar a los rivales.

Llegó el momento de separarse de Miguel y lo hizo al convertirse en DT de Dorados de Sinaloa, donde no tuvo mucho éxito. Aún así las puertas no se le cerraron, fue designado para encabezar a la nueva generación de mexicanos en el Mundial Sub 20. 

Ahora está muy cerca de poder seguir haciendo historia, se convirtió en el DT más joven (37 años) en dirigir un combinado nacional y en caso de llevarlos al campeonato, su nombre se haría más conocido. Podría seguir los pasos de su padre y repetir la historia, al fin el ejemplo y el carácter de ganador ya son parte de él.