La National Football League (NFL) está llena de historias de superación entre los jugadores que han podido pertenecer a ella y la de Randy Moss es digna de contarse por su brutal rivalidad con Dallas Cowboys.
Todo comenzó en el Draft de 1998.
El exreceptor tuvo muchos problemas durante su etapa como colegial al haber ingresado a la cárcel en 2 ocasiones: la primera por una pelea que inició por intentar defender a un amigo que fue víctima de racismo y la segunda por consumo de marihuana.
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Su primer conflicto ocurrió cuando pertenecía a la Universidad de Notre Dame en Indiana, que decidió quitarle su beca y Moss se vio obligado a cambiarse a Florida State tras cumplir un mes tras las rejas. Nuevamente, ingresó a prisión por fumar marihuana y, cuando fue liberado, se integró a la Universidad de Marshall.
Después de tantos obstáculos, logró culminar su etapa como jugador colegial.
Entonces llegó el momento de acudir al Draft como prospecto y con la ilusión de ser elegido por Dallas Cowboys, que prefirió seleccionar en la primera ronda al defensivo Greg Ellis, originario de la Universidad del Norte de California.
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Randy Moss descrito por uno de los mejores QB de la historia, el señor Tom Brady, damas y caballeros.
¿Justa su incorporación al Salón de la Fama? ? pic.twitter.com/nTW9Zg3KRh
— Nación Deportes (@naciondeportes_) August 3, 2018
Debido a la inesperada sorpresa, Minnesota Vikings no desaprovechó la oportunidad de tomar a Moss en el pick número 21. El resto es historia: consiguió 982 recepciones para 15,292 yardas y 156 touchdowns, aunque no sólo lo hizo en su primer equipo, sino también con Oakland Raiders, New England Patriots, Tennessee Titans y San Francisco 49ers.
Con Vikings, nunca perdió ante Cowboys y registró 35 recepciones para 662 yardas y 10 anotaciones.
Su desempeño a lo largo de 14 años como profesional le permitió ingresar al Salón de la Fama de la NFL en 2018 y tiene el récord de mayor número de recepciones para touchdown en una sola temporada con 23 totales, mismo que obtuvo en 2007 con los ‘Pats’.
La rivalidad de Randy Moss con Dallas Cowboys pasó a la historia como una de las más grandes en la historia de la NFL. El exjugador nunca pudo ganar un Super Bowl y el equipo que ha odiado desde siempre tampoco lo ha hecho desde 1996.