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El Rennes ganó la Copa de Francia ante el PSG, al vencerlos 6-5 en la tanda de penales, con lo cual puso fin a una sequía de títulos que se extendía desde 1971.

Parisinos y bretones terminaron 2-2 en los 120 minutos del partido y la prórroga.

Tuvieron que pasar 48 años para que el conjunto bretón pudiera ganar una Copa de nuevo y que mejor que hacerlo contra el actual campeón de la Ligue 1, el PSG. 

Por el otro lado, los parisinos buscaban su quinto título consecutivo en esta competición, lo cual se les complicó mientras iba avanzando el reloj en el partido.

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Ni el golazo de Neymar pudo ayudarlos de tener una nueva corona. 

Sus errores fueron sus verdugos, un autogol antes del descanso de Presnel Kimpembe fue lo que le dio al Rennes algo de aire para volver a lo más alto.

Hubo más oportunidades por ambos equipos, pero nada más ninguno lograba concretar para irse arriba y finiquitar el partido en el tiempo regular.

Tuvieron que irse a tiempo extra y después a tanda de penaltis. 

Fue ahí donde el PSG cometió el error más grave de todos, habían logrado anotar todos los goles, tanto el PSG como el Rennes.

Lo que terminó por definir al ganador fue el lanzamiento por encima del larguero del joven Christopher Nkunku, lo cual los alejó de la Copa de Francia. 

El Rennes no llegó como favorito, pero aún sin el apoyo pudo conseguir una victoria que los regresó a una Copa la cual llevaban más de 48 años intentando ganar.