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Carson Wentz demostró que tiene el nivel para jugar como un QB de élite, pero con el paso del tiempo también dejó ver que no es capaz de mantener ese nivel, porque sus última temporada con Philadelphia no ha hecho más que decepcionar a todos los seguidores.

Pasó de una campaña donde fue campeón a una donde no sabe lanzar un pase.

Desde que se lesionó, nunca ha vuelto a ser el mismo. Se rompió el ligamento cruzado anterior en un acarreo donde terminó en la zona de anotación, puntos demasiado costosos para el jugador. Fue en el mismo año que las Águilas acabaron venciendo a los Patriots en el Super Bowl.

Nick Foles tomó su lugar e hizo un excelente trabajo, pero era cuestión de tiempo para que Wentz regresara. En la temporada 2018 fue cuando volvió y todos estaban emocionados por tener ese brazo de nuevo, pero el destino tenía planes diferentes.

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Ahora sufrió una fractura en la espalda.

Menos de un año después de lastimarse la rodilla, se reveló que tenía una vértebra rota y al igual que en 2017, se perdió todo lo que restaba de la campaña. Aún así, el equipo lo convirtió en uno de los QB mejor pagados con un contrato que tenía 110 millones garantizados.

En 2019 ahora si todos esperaban que estando saludable rindiera frutos, pero no fue así. Se supone que un mariscal de campo de franquicia es consistente, confiable y productivo, cosas que Wentz no ha mostrado en ningún momento. 

Ahora no puede echarle la culpa a las lesiones.

Wentz aparentemente ha retrocedido a pesar de que supuestamente ha estado tan saludable como se ha visto este año. Tiene buenos receptores y una línea ofensiva respetable, pero aún así su capacidad de decidir buenas jugadas es nula.

¿En qué momento cambió tanto?

Durante la temporada baja entre su primera y segunda temporada, Carson Wentz alteró su mecánica de lanzamiento. Voló al sur de California para trabajar con Adam Dedeaux e hizo pequeños cambios en su juego de pies. El mariscal de campo de los Eagles, cuando fallaba los lanzamientos durante su temporada de novato, a menudo los pasaba por encima de los receptores, así que acortó el pie delantero derecho de Wentz. 

Las modificaciones eran indistinguibles, pero Wentz se había convertido en un mejor pasador en su segunda temporada. Si bien no era tan dinámico en el campo después de la cirugía de rodilla de 2017, Wentz se había convertido en un lanzador más preciso en las últimas dos temporadas.

Pero los pases largos no han sido tan abundantes en ese lapso. Ha habido innumerables razones para la falta de éxito de pase profundo, uno de ellos es el toque inconsistente de Wentz.

Los Eagles no han podido generar nada desde las jugadas rotas, lo que ha obligado a Wentz a ser preciso con más lanzamientos profundos y ahí es donde llegan las intercepciones, la presión no es algo que el mariscal de campo sepa manejar. 

Nadie sabe si esa operación fue lo que lo afectó, pero si Wentz puede ganarle a los Gigantes, Pieles Rojas y Delfines en los últimos partidos de la temporada, aún puede haber esperanza para este equipo. Y si puede jugar como Wentz 2017-18 contra los Cowboys en casa en unas pocas semanas, este equipo aún podría llegar a los playoffs.

Son muchos ‘si lo hace’ para un Carson Wentz que no ha estado a la altura en la temporada de los Philadelphia Eagles y que con el tiempo solo ha demostrado que fue un error convertirlo en un posible QB franquicia.