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La actuación de Philip Rivers del Monday Night Football cuando los Chargers perdieron vs los Chiefs fue indignante, de hecho se podría decir que la peor de su carrera, pero para su buena suerte hay algo más que podría hacer que todos se olviden de él: las condiciones del pasto del Estadio Azteca estuvieron peor.

Hace un año el juego en México se canceló por eso.

Uno de los encuentros más inolvidables en la historia de la liga, (54-51 a favor de los Rams) estuvo muy cerca de llevarse a cabo en territorio azteca en 2018, pero un mal manejo en el cuidado del terreno hizo que la NFL lo cancelara y lo mandara a la ciudad de Los Ángeles.

Después de ese bochornoso evento, los directivos del recinto junto con la NFL se encargaron de hacer que no sucediera de nuevo en 2019. Todo se veía bien en las fotos y hasta la liga lo aprobó, pero en el momento que los jugadores pisaron el terreno, la realidad salió a flote.

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Cada vez que querían hacer un corte, el pasto se levantaba.

Ambos equipos tuvieron varias jugadas arruinadas por el campo, que fue destruido en con cada paso en el terreno de juego. El Azteca tuvo campo de pasto natural durante la mayor parte de su vida antes de un cambio (2018) a un campo que combinaba césped artificial y césped real, cosa que lo daño por completo.

Después de que la liga movió el juego de Rams vs Chiefs, el estadio volvió rápidamente a un campo de césped natural durante el receso de la Liga MX, pero todo indica que no fue tiempo suficiente para que se asentara de manera correcta y por ello el pasto volaba por todos lados. 

Hubo jugadas que demostraron esta situación.

En una el receptor de los Jefes, Byron Pringle, se deslizó tratando de cambiar de dirección y solito se resbaló como si hubiera un campo de béisbol enterrado debajo. Después, Tyreek Hill se fue con una lesión en los isquiotibiales en la primera mitad (sin hacer ningún movimiento o recibir un golpe), por lo que muchos creen que se debió al terreno. 

Los jugadores tuvieron opiniones divididas.

«Tal vez fue un poco resbaladizo, pero jugamos en la nieve; jugamos en lodo; jugamos en diferentes condiciones», dijo el profundo de los Jefes, Tyrann Mathieu. El liniero defensivo de los Chargers, Melvin Ingram, estuvo de acuerdo y dijo: «Las condiciones del césped fueron buenas para mí».

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Sin embargo, todavía había jugadores que no estaban contentos con el campo, como el liniero ofensivo de los Jefes Laurent Duvernay-Tardif que dijo: «Fue asqueroso». ¿Quién de los tres tiene la razón en esta situación?

Aún no hay nada seguro, pero el campo podría terminar con la NFL en México.

No hay acuerdo para futuros juegos de la NFL en el Estadio Azteca. La afición en México es enorme, pero existe este problema del campo y no desaparecerá pronto. Además, es dudoso que el estadio cambie a un césped puramente artificial sin una ayuda significativa que solo la NFL podría proporcionar, si el objetivo final es jugar más juegos allí.

El partido de Chargers vs Chiefs fue solo la primera prueba para saber si el pasto del Estadio Azteca estaba en óptimas condiciones, situación que decepcionó un poco. ¿La NFL volverá a confiar en México para años siguientes después de ver el aspecto del terreno?