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Las campañas para detener esto han sido muchas, pero aún así no logran evitar que los aficionados actúen de manera adecuada. El más reciente fue en el partido del Porto vs el Guimaraes, cuando Moussa Marega abandonó el partido del Porto por recibir insultos racistas.

Su equipo obtuvo la victoria, pero eso no fue lo importante.

A pesar de ganar, todo se vio opacado por un desafortunado evento que es cada vez más común en el mundo del futbol. Los aficionados suelen hacer cánticos racistas a jugadores de color cada vez que hacen algo, en esta ocasión Marega metió el gol de la victoria.

Lo que se escuchaba eran ruidos de mono que iban dirigidos al jugador del Porto, mismo que no aguantó la situación y con mucho enojo procedió a querer salirse del terreno de juego. Ante el hecho de que el árbitro no hacía nada, él mismo fue quien tomó acción en ese momento.

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Varios jugadores del Porto y del equipo rival intentaron disuadirle de abandonar.

Nadie pudo detener a Marega, el futbolista franco-maliense pidió ser sustituido de manera inmediata para no tener que seguir escuchando los cánticos racistas de los aficionados del Guimaraes. Aunque ante esa situación, muchos seguidores, conscientes de la gravedad de los insultos, comenzaron a corear el nombre de Marega.

«Estamos completamente indignados por lo que ha pasado. Sabemos que la pasión que hay con el Vitoria y creo que la mayor parte de los aficionados no se reconocen en la actitud de ciertas personas que insultaron a Moussa desde el calentamiento», declaró el entrenador del Oporto, Sergio Conceiçao.

Marega también mostró su molestia en redes sociales.

«Querría simplemente decir a esos idiotas que vienen al estadio a lanzar gritos racistas que se jodan. Agradezco también a los árbitros que no me hayan protegido y me hayan mostrado una tarjeta amarilla por defender mi color de piel», escribió en su cuenta de Instagram.

Ahora que Moussa Marega abandonó el partido del Porto por recibir insultos racistas, la liga investigará la situación, ya que el Gobierno de Portugal también se proclamó un día después diciendo que esas situaciones son imperdonables no solo en el futbol, sino en cualquier lugar.