La Federación Mexicana de Fútbol (FMF) tiene nuevo presidente. Mikel Arriola ha sido nombrado como el máximo dirigente del organismo, tras haber estado al frente de la Liga MX durante los últimos años. Su designación marca un cambio importante en la estructura del fútbol mexicano, especialmente con la Copa del Mundo 2026 en el horizonte. Arriola asume el cargo en reemplazo de Juan Carlos la «Bomba» Rodríguez, quien dejó su puesto tras una etapa llena de controversias.

La llegada de Arriola genera opiniones divididas, pues mientras algunos consideran que su experiencia en la Liga MX puede ser beneficiosa, otros cuestionan su falta de trayectoria en la gestión de selecciones nacionales. Su principal reto será fortalecer el proyecto de la Selección Mexicana y mejorar el nivel competitivo de la liga, algo que ha sido duramente criticado en los últimos años. Además, deberá trabajar en la relación con FIFA y Concacaf, asegurando que México tenga un papel relevante en la próxima Copa del Mundo.

Este nombramiento también despierta incertidumbre sobre el futuro de varios proyectos en el fútbol mexicano, incluyendo la posible eliminación del repechaje y la reestructuración de la Liga de Expansión. La afición y los analistas estarán atentos a sus primeros movimientos, pues su gestión podría definir el rumbo del fútbol en el país.