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Es normal que los jugadores de la NFL, sobre todo las estrellas, no entrenen un día de la semana para descansar antes del partido, pero cuando son dos, podría convertirse en algo serio. Eso es lo que están viviendo actualmente los Baltimore Ravens, por qué su mariscal de campo, Lamar Jackson podría tener una posible lesión.

Se ha perdido el entrenamiento en días consecutivos.

El último partido que jugó el quarterback fue contra Washington Football Team, donde no pareció tener ninguna molestia y tampoco se lastimó. Tuvo 193 yardas, 2 pases de TD, 1 intercepción y un rating de pasador de 107.8, hasta lo sacaron para evitar lesionarlo y Robert Griffin III entró en su lugar.

Estuvo presente en los entrenamientos del día lunes y martes de esta semana, pero para los demás no se le ha visto. Los rumores aseguran que la primera ausencia fue por una molestia en la rodilla, mientras que la segunda por un dolor estomacal.

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Se espera que juegue en la semana 5 de la NFL.

Jackson, el Jugador Más Valioso reinante de la NFL, fue descartado como «medida de precaución» de cara al partido divisional del próximo domingo frente a los Cincinnati Bengals, pero hasta el momento no se ha hecho una declaración oficial sobre si jugará.

Si no vuelve a entrenar mañana, plantearía serias dudas sobre su capacidad para jugar el domingo contra los Bengals y dejaría a los Baltimore Ravens con la decisión de ir con Robert Griffin III o Trace McSorley, los mariscales de campo suplentes.

Todo dependerá de la práctica del viernes.

Los Ravens no han salido a descartar una posible lesión de Lamar Jackson, así que solo queda esperar a que se presente al último entrenamiento antes del partido del domingo y así definir si el MVP está en condiciones para seguir con su pelea al Super Bowl con Baltimore.