La Liga MX comienza a derrumbarse y los aficionados ya no aguantan más. En los partidos se ven entradas más flojas: Por poner un ejemplo, en el partido entre Puebla y Bravos asistieron poco más de 5 mil personas.
Parece que el nivel de juego y la experiencia ya no es lo de antes; Los directivos pensaban que siempre se llenarían los estadios, pero pues no. Esto es una llamada de atención.