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Cada vez que Cleveland pierde, todos se le van encima a Baker Mayfield -su pésima campaña es motivo para hacerlo-, pero al mismo tiempo es injusto que no volteen a ver a la mente detrás de todo. El entrenador Freddie Kitchens tiene mucho que ver con la mala temporada de los Browns y es momento de revaluar si es la mejor opción.

La victoria ante los Bills mostró el verdadero defecto.

A pesar de que ganaron en el último partido que disputaron, no se puede dejar que el entrenador de los Browns salga libre de culpa, porque fue una victoria a base de una actuación tan horrible que vivirá para siempre en la infamia y los libros de registro.

Se podría decir que la suerte estuvo de su lado o solo los Bills dieron el peor partido de su vida y la prueba es que, los Browns se convirtieron en el primer equipo de la NFL en 26 años en ejecutar seis jugadas desde la yarda 2 de un oponente o más cerca y no pudieron anotar. 

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¿Es ese el futuro que quiere la franquicia?

Puede que haya salvado su trabajo con una victoria de 19-16 sobre los Bills hace solo unos días, pero ¿sobrevivirá el próximo mes? Las estadística no están a su favor, no los está salvando, solo los está hundiendo. Los Browns no van a ninguna parte, y a medida que las pérdidas se acumulan, también aumentan las probabilidades de que el primer año de Kitchens en Cleveland sea el último. 

Cleveland entró en la Semana 9 liderando a la AFC en entregas de balón y marcando el ritmo de la NFL en sanciones. Uno habla de la falta de ejecución; el otro de la falta de disciplina y ninguno de los dos habla bien del entrenador en jefe.

El talento lo tienen, así que su problema está fuera del terreno.

Kitchens no ha sabido controlar a un equipo que viene teniendo conflictos desde hace varios años y todo indica que nunca lo hará. O los Browns no lo ven (lo que sería mucho más alarmante) o lo hacen y no lo quieren admitir, porque esta justo frente a sus narices. 

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Los castigos, las pérdidas de balón, el retroceso masivo de la ofensiva en general y de Mayfield en particular y la falta de pases para Odell Beckham Jr. son solo una prueba de que el problema viene desde más a fondo y los jugadores no tienen nada que ver. 

El entrenador no ha podido manejar las múltiples personalidades en el vestidor y mucho menos las decisiones de contratiempo que pueden hacer o deshacer un equipo de la NFL, en pocas palabras, no puede con el trabajo de ser el entrenador en jefe de Cleveland.

Eso es lo que hace que Freddie Kitchens sea el culpable de una pésima temporada de los Browns, una que pintaba para la grandeza, pero que al momento de afrontar los problemas resulto ser solo un fiasco más.