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Muchos dicen que los Vikings no ganaron en el Sunday Night Football, más bien Dallas se venció a ellos mismos. Las malas decisiones al final del encuentro les afectaron más de los normal a los Cowboys, sobre todo cuando decidieron quitarle el balón de las manos a Dak Prescott y complicar su temporada en la semana 10.

El partido terminó 28-24 a favor de Minnesota.

En ocasiones pasadas siempre se le echaba la culpa a Dak Prescott por las derrotas, pero en esta ocasión todos tomaron malas decisiones menos él. Una combinación entre los coaches, una mala ejecución en el juego de carrera y decisiones confusas de equipos especiales -tenías que haber corrido Tavon Austin-, les propinaron su cuarta derrota de la temporada. 

El encuentro estuvo definido por el juego aéreo, como toda la temporada, pero justo al final, en la serie donde podían darle la vuelta al marcador, decidieron ir con Ezekiel Elliott que solo tuvo unas tristes 47 yardas en todo el partido.

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Por el otro lado, Dak Prescott tuvo una noche mágica.

Completó 28 de 46 pases para 397 yardas y tres touchdowns, pero lo más sorprendente fue su conexión con Amari Cooper, que atrapó 11 de 14 pases para 147 yardas y una anotación en la que hizo un esfuerzo sobre humano para mantenerse dentro del terreno. 

Prescott también logró que Randall Cobb tuviera su mejor partido como jugador de Dallas. Dak encontró al exjugador de Green Bay para seis atrapadas con 106 yardas. Realmente el juego aéreo estaba dominando el encuentro, Ezekiel Elliott estaba en el olvido.

En los últimos minutos del encuentro, los coaches arruinaron todo.

Todo empezó cuando Minnesota dejó a los Cowboys en su propia yarda 6 con menos de cinco minutos para jugar, pero Prescott no pensaba darse por vencido. Ocho jugadas, siete pases y seis pases completos después, Dallas había avanzado 83 yardas para un segundo y 2 en la yarda 11 de Minnesota. ¡Todo fue a través del juego aéreo!

¿Por qué cambiar ese sistema? Nadie sabe y nadie sabrá. Recurrieron a Elliott quien no pudo avanzar y después volvieron al corredor en tercera y 2, pero en ese momento hasta perdió yardas. El impulso de Prescott y la ofensa estaban muerto y se notó cuando no pudieron convertir en cuarta oportunidad. 

Si Elliott no pudo hacer nada todo el partido, ¿que necesidad de recurrir a él?

Terminó el encuentro con 20 acarreos para 47 yardas y solo dos recepciones para 16 yardas, ya que la línea defensiva de los Vikings, liderada por Everson Griffen y Danielle Hunter, controlaba constantemente el juego del corredor. 

Es momento de que Dallas empiece a analizar dónde esta su verdadera fortaleza esta temporada, porque ese Elliott que dominaba la liga, parece ser parte del pasado. Dak Prescott busca que le extiendan su contrato -cosa que no ha hecho mal-, pero si no le dan la oportunidad, nunca demostrará lo que puede hacer en momentos de presión.

Las malas decisiones terminaron por complicarse más de lo normal, ya que sus próximos tres juegos son contra los Leones, Patriotas y Bills. Actualmente están empatados 5-4 con Philadelphia por el primer lugar de su división y ganar será clave para no perder ese puesto. ¿Podrán confiarle a Dak Prescott la temporada de los Cowboys o seguirán creyendo que con Elliott es suficiente?

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