Foto: Getty

El futbol americano ha cambiado mucho con el paso de los años y no solamente en el sistema de juego, sino en el uniforme que utilizaban o dejaban de utilizar, como cuando los pateadores de la NFL no usaban tenis y metían goles de campo con el pie al aire, aún en pleno invierno.

Han pasado 30 años desde la última vez que paso eso.

Ya no se ven pateadores descalzos en la NFL, ​​pero hubo un momento en que patear sin zapatos era tan común que ya nadie se sorprendía de verlo. Se sabía que los jugadores de los Eagles, Broncos, Rams y Steelers se quitaban los zapatos antes de comenzar el juego. 

De hecho, hay un récord en el que el pateador de los New England Patriots, Tony Franklin, incluso hizo un gol de campo de 59 yardas sin zapatos. Si hacerlo con protección es complicado, ahora en día es imposible poder imaginar el dolor de patear algo con tanta fuerza. 

Te recomendamos: Kaepernick tendrá una serie documental estilo ‘The Last Dance’

Te puede interesar: Cam Newton estuvo cerca de no llegar a los Patriots

¿Por qué hacían esto?

Las razones por las que algunos pateadores preferían una patada descalza eran dos: primero porque creían que podían controlar mejor sus patadas con los pies que usar tacos que podían desviar la dirección con las agujetas. El otro motivo es que los pateadores tuvieron problemas para golpear el «punto ideal» del balón debido a los tenis. 

Era algo peligroso y que podía lastimar los pies de los jugadores, así que fue cuestión de tiempo antes de que hicieran algo para solucionarlo. El surgimiento de la NFL como un deporte de mucho dinero finalmente creó un mercado para que las compañías de calzado creen un calzado deportivo diseñado para pateadores.

Hasta los equipos dejaron de verlo como algo útil.

Hoy en día los equipos han invertido tanto en sus jugadores que patear una pelota descalzo representa un riesgo indebido de una lesión en el dedo del pie que puede terminar la temporada. Es por ello que muchos no recuerdan cuando los pateadores de la NFL no usaban tenis, fue hace mucho y sin duda, algo que no se volverá a repetir.