Son pocos los mexicanos que llegan a jugar en la NFL y aún menos los que pueden jugar un partido en el Estadio Azteca, es por eso que en el Monday Night Football donde los Chargers se enfrentarán vs los Chiefs en México habrá un afortunado, porque Michael Davis tiene sus raíces mexicana bien definidas.
Está con los de Los Ángeles desde 2017.
Jugar en el ‘Coloso de Santa Úrsula’ tiene un significado especial para el cornerback de los Chargers, ya que no solo podrá retomar su identidad y sus raíces, sino que también volverá a el país donde vivió momentos importantes de su niñez.
Aunque a pesar de vivir en Los Ángeles, esos recuerdos siempre están presentes. En su hogar en Irvine, California, hay un poncho azul y blanco colgado de una pared, además de que tiene tatuajes de los íconos mexicanos Frida Kahlo, Diego Rivera y Emiliano Zapata en su pierna derecha, así como en su brazo derecho guerrero Azteca.
📹 Aquí el mensaje en español de Michael Davis, defensivo de los Cargadores de Los Ángeles, a la afición mexicana. 👇 pic.twitter.com/2f5aW9jnZd
— Once Noticias 📱📺 (@OnceNoticiasTV) April 28, 2019
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En múltiples ocasiones ha mostrado su amor por México.
«Yo soy Michael Davis, y soy mexicano», aseguró Davis en una entrevista reciente para ESPN. Lo repitió en inglés. «I am Michael Davis, and I’m Mexican.» Así que para él jugar en el Azteca es algo mucho más que solo salir a representar a la NFL en partidos internacionales.
La primera vez que viajó a México fue a los 5 años y desde es entonces quedó enamorado. El creció como hijo único con su madre, Ana Martínez, nacida en Michoacán, pero cuando llegaba a tierras aztecas esa soledad cambiaba por el cariño de sus primos, tíos y abuelos.
«Ahí estaban todos. Mi abuela, mi tía Lety, mi tío Humberto, mis primos Ángel y Beto, mi tío José, todos iban a verme y estar con nosotros», dijo Davis. Ese amor que le demostraron lo dejó tan marcado que debajo del tatuaje de guerrero azteca hay una frase: «Por siempre de la familia Martínez».
Su pasión por el deporte nació en México.
Jugaba con sus primos al futbol y soñaba con ser arquero, del América que es su equipo favorito. «Siempre quise ser portero y jugar en la Selección Mexicana, entonces estar en el mismo estadio donde juegan ellos es un gran honor», comentó.
Fue en Estados Unidos cuando se dio cuenta que su verdadero futuro estaba en el futbol americano, firmó con los Chargers en 2017, con el equipo que recién se mudaba en ese entonces de San Diego a Los Ángeles, pero fue dejado en libertad antes del inicio de la temporada regular.
Fue hasta 2018 cuando se convirtió en el esquinero titular durante nueve partidos luego de que Trevor Williams cayera lesionado y de ahí en adelante el resto es historia. Este año se enteró que los Chargers jugarían en México y fue el más emocionado.
Primero se aseguró que su familia tuviera boletos para el partido y ahora, se encargará de que los Chargers ganen el partido vs los Chiefs en el Estadio Azteca para sentirse aún más orgulloso del amor que su madre le inculcó por México.