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A pesar de todos los jugadores lastimados que tuvieron a lo largo de la temporada, Philadelphia avanzó a playoffs, pero el gusto del duró muy poco, ya que en el primer partido en la Ronda de Comodines, Carson Wentz se lesionó contra Seahawks y esa fue una baja de la que no pudieron reponerse.

Un golpe de Jadeveon Clowney lo sacó del partido.

Al final del primer cuarto del juego de comodines del domingo, Wentz fue al vestuario para ser evaluado por una conmoción cerebral, porque salió después de recibir un gran golpe -bastante cuestionable de si era legal- del ala defensiva de los Seahawks.

Las lesiones fueron parte de su 2019 y ahora 2020. No tenían a sus tres receptores principales (Alshon Jeffery, DeSean Jackson y Nelson Agholor), los dos mejores linieros ofensivos (Lane Johnson y Brandon Brooks) y los dos corredores principales (Jordan Howard y Darren Sproles), más el linebacker (Kamu Grugier-Hill) y tackle defensivo (Malik Jackson). 

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La diferencia es que esta es la tercera lesión de Wentz.

Lleva 4 años en la NFL y en 3 de ellos ha tenido que dejar un partido, muchas veces hasta se ha perdido la temporada por las lesiones. La primera fue en 2017 cuando se rompió el ligamento cruzado -a pesar de eso ganaron el Super Bowl con Nick Foles-, después en 2018 se lastimó la espalda y ahora una conmoción que dio por terminadas las oportunidades de seguir en playoffs de las Águilas.

En solo 4 años, ya tuvo dos lesiones que terminaron con su temporada y una que opaco su debut en playoffs, así que existen dos opciones: Carson Wentz es de cristal o la vida está tratando de darle una señal para que siga los pasos de Andrew Luck.

El exmariscal de los Colts pasó por algo similar.

Antes de que empezara la campaña 2019, Luck anunció su retiro a los 29 años y la única razón fue la cantidad de lesiones que había sufrido en su carrera. Decidió que lo mejor era dejar la NFL para evitar algo trágico y mejor dedicarse a su familia.

Wentz va por ese camino. Su historial de lesiones ha sido bien documentado desde este último hecho, lo que puede tener algo que ver con su incapacidad para salir del bolsillo y tirar fuera de los los tackles, a lo cual todos saben que un QB sin esas habilidades podría tener problemas en brillar. 

Esa fue la gota que derramó el vaso, porque cuando Carson Wentz se lesionó contra Seahawks regresaron todas las lesiones que lo han perseguido desde 2017. Parece que cada año hay algo nuevo que podría romperse en el QB de Philadelphia y a lo mejor no es razón suficiente para un retiro, pero al menos es algo que debe tener en mente.