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Lamentable lo que ocurrió en el Rhein-Neckar-Arena, después de que el Bayern Múnich derrotó al Hoffenheim. Los ultras de la ‘Bestia Negra’ tuvieron comportamientos reprobables que hasta los mismos jugadores del club se enojaron.

La hinchada del Bayern provocó que el partido terminara mal.

Después de que empezaran a sacar pancartas y mantas ofensivas en contra de Dietmar Hopp, principal inversor del Hoffenheim. Tras estas acciones el silbante detuvo el partido y los últimos 13 minutos ya no se jugaron. Ambos equipos estuvieron de acuerdo.

Si bien, los ‘Bávaros’ lograron una victoria de 6 por 0 para mantener en la cima de la tabla general con 52 unidades, este resultado terminó por ser agridulce y no lo disfrutaron como hubieran querido.

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El árbitro, Christian Dingert, fue el encargado de detener el juego antes de activar el protocolo antiracismo, por lo que el Director Técnico, Hans-Dieter Flick, junto a varios de sus jugadores trataron de calmar a sus aficionados y al darse cuenta que estaban insultado al directivo del Hoffenheim se molestaron y les pidieron que dejaran de hacerlo.

Sin embargo, los ultras siguieron haciéndolo hasta que terminó el encuentro.

De hecho el equipo local se fue a los vestidores para mostrar su desaprobación a dichos actos. En una de las pancartas se podía leer lo siguiente: «Hopp rompe su palabra, hijo de p…».

¿Cuál es la razón por la que los seguidores del Bayern Múnich insultaron al directivo?

Los insultos y las críticas de los aficionados hacia Dietmar Hopp se deben a que es uno de los principales directivos que busca derogar la Regla 50+1 en Alemania, que regula las licencias de los clubes profesionales.

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En 1998 la Federación Alemana de Fútbol empezó a permitirle a las instituciones convertirse en sociedades anónimas, reclamo elevado por algunos directivos en busca de limpiar las finanzas. Pero hasta hoy rige la ley 50+1, que hace referencia a que más del 50% de las acciones deben corresponder a los socios de los clubes.

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Una lucha política para impedir que inversionistas ajenos (como sucedió hace años con el Manchester City y Paris Saint Germain, por citar los casos) se entrometan en la vida cotidiana y decidan por sus aficionados, así lo explica el sitio web de la Bundesliga.

Las empresas privadas pueden tener acciones en clubes, pero el 50 por ciento mayoritario es de los socios. Hay pocos equipos que son excepción a la regla, porque una persona o compañía los puede financiar sin problemas por algunos años.

Esas personas o compañías pueden ser los accionistas mayoritarios.

Esta situación pasa con equipos, como: Bayer Leverkusen (Bayer, empresa químico-farmacéutica alemana), Wolfsburgo (Volkswagen, empresa automotriz), Hoffenheim (SAP, empresa de software) y Leipzig (Red Bull, empresa de bebidas energéticas).

¡Vaya historia!

Cabe mencionar que los ultras del cuadro rojo no son los únicos que le han faltado al respeto a este directivo, también lo han hecho los grupos apoyo radical del Colonia, Dortmund, Gladbach.