Actualmente es una estrella de los Wolves, al punto de que otros equipos grandes -Manchester United- han preguntado por sus servicios, pero antes de tener los reflectores sobre él, las cosas no eran tan sencillas. Para llegar al punto donde Adama Traoré sobrevivió muchas etapas, sobre todo porque tuvo una infancia complicada.
Sus inicios no fueron sencillos.
En la actual Premier League lleva 4 goles y 7 asistencias, además de 2 dianas en la Europa League. Su talento es algo digno de admirarse, aunque lo que también llama la atención es su físico, porque parece más jugador de futbol americano y no tanto alguien que se dedica a meter goles.
Su constancia para tener el cuerpo que tiene fue una de las cosas que lo llevó a donde está hoy en día, porque el lugar donde pasó su infancia fue un ‘arma de doble filo’, en lugar de se futbolista, se pudo haber dedicado a las pandillas y el mundo nunca hubiera conocido su talento con la pelota.
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Creció en Hospitalet, un municipio en España.
Se encuentra en Barcelona y no es una ciudad muy grande, por lo cual cuando empezó a jugar futbol, todo mundo se enteró que sus posibilidades de crecer eran reales. «Cuando íbamos ganando la gente decía, «oye, hay dos morenos (su hermano y él) muy buenos» y se venían equipos para intentar ganarnos», comentó.
El futbol fue lo que lo salvó de seguir su vida por un mal camino. Alguna vez fue tentado por una pandilla, «A mí, a mi hermano, a un amigo dominicano, a todos. En ese momento pertenecer a una banda era algo popular. Pero nosotros teníamos diferente mentalidad, queríamos ser futbolistas».
La inseguridad de la zona era el mayor problema.
Comentó que estuvo en peleas, pero no solo golpes, en muchas ocasiones había pistolas, cuchillos, botellas y bates, así que a pesar de que Adama Traoré tuvo una infancia complicada, agradece al futbol por enseñarle que era la única opción para no terminar en malos pasos.