Muchos consideran que Russell Wilson no es un mariscal de campo de élite porque no ha sido lo suficientemente constante con los Seattle Seahawks y puede que tuvieran razón, pero la temporada 2019 es diferente y el jugador está listo para callar algunas bocas y ganar el MVP.
Rescató a su equipo cuando más lo necesitaba.
Los Seahawks son recordados por la poderosa ‘Legion of Boom’, cuando la defensiva y el juego terrestre eran las armas más importantes en la franquicia. En el 2014, lo demostraron ganando el Super Bowl XLVIII con un contundente marcador 43-8 antes los Denver Broncos.
La historia cambió mucho en 2015, cuando el dominio defensivo de Seattle se había desvanecido ligeramente y Marshawn Lynch comenzó a derrumbarse. Ese fue el momento donde Wilson empezó a demostrar su habilidad, misma que lo llevó a ser el QB mejor pagado de la NFL.
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No hay duda de que sabe llevar a un ofensiva a su mejor nivel.
Durante las siguientes temporadas, Wilson tuvo problemas por la mala protección de pase inestable y el sistema ofensivo sin inspiración por ello, se hizo conocido como un mariscal de campo dotado que se vio obstaculizado por las malas circunstancias.
Aún así, lograba lanzamientos pintorescos por todo el campo, pero como parte de una ofensiva rancia y pesada, misma que parecía no lograría nada, hasta ahora. La temporada 2019 parece ser su año, porque el Wilson del pasado ya no existe y está muy cerca de ser el MVP de la NFL.
Sus actuaciones en el 2019 han sido dignas del mejor.
Por ejemplo, Wilson completó 23 de sus 33 intentos para 295 yardas y dos touchdowns, además de anotar uno por tierra en la victoria del domingo 32-28 sobre los Browns. Se ha visto cómodo con el balón y además, su habilidad para alargar jugadas, dentro o fuera de la bolsa, es impresionante.
A lo largo del inicio 5-1 de los Seahawks, Wilson ha registrado 14 pases de TD, cero intercepciones, una tasa del 72.5 por ciento y 9.0 yardas por intento – la más alta en su carrera-. Aunque todos esos números también se los debe agradecer a su ofensiva, que por primera vez desde 2015 son buenos.
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Los Seahawks han corrido el balón con el 57 por ciento de sus 1 y 10 esta temporada, y sus corredores tienen un promedio combinado de 3.5 yardas por intento en esos acarreos, eso le da más oportunidad de no ser golpeado de manera tan frecuente.
Se acabó el escepticismo sobre su contrato millonario.
El argumento fue que con Wilson ocupando hasta el 15 por ciento del tope salarial de los Seahawks en las próximas temporadas, la franquicia no podría construir un equipo a su alrededor, pero poco sabían que ya lo tenían cuando firmó la extensión de 35 millones de dólares por campaña.
Con la última pieza de ‘Legion of Boom’ fuera, la fortuna de Seattle no depende de sus identidades pasadas. Los Seattle Seahawks está temporada, sin duda alguna, son el equipo de Russell Wilson y por primera vez, la gente puede entender cuán grande puede ser ese equipo con un contendiente a MVP.