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Justo en la semana donde se celebró el Día Internacional de la Mujer, salió a la luz el caso de un jugador del América sobre maltrato a su esposa. Durante varios días se habló de que podría enfrentar cargos graves y muchos años en la cárcel, pero al final resulta que Renato Ibarra quedaría libre.

El jugador ecuatoriano fue detenido el 5 de marzo.

La Secretaría de Seguridad Ciudadana atendió una denuncia por posibles lesiones en un domicilio ubicado en la colonia Parques del Pedregal. Lucely Estefanía Chalá García, esposa de Renato Ibarra y su hermana Ana Karen Chalá García, comentaron que fueron agredidas física y verbalmente por el jugador y su familia.

Se abrió una carpeta de investigación por violencia intrafamiliar, tentativa de feminicidio y tentativa de aborto, debido a que la esposa de Ibarra se encuentra embarazada. Estuvo recluido en el Reclusorio Norte y su audiencia se llevó a cabo el 12 de marzo, aunque pudo no haber sido por nada porque los cargos serían retirados.

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Su esposa se retractó de lo que lo había denunciado.

Lucely cambió su versión de los hechos y dijo que no recuerda quién la había golpeado porque asegura que en ese momento volteó para cubrir a su hijo. Esas palabras no coinciden en nada con las que dio la ecuatoriana en primera instancia, así que los cargos contra Renato ya no eran válidos.

Eso ha hecho que la culpabilidad para el exjugador americanista (Las Águilas lo dieron de baja el 12 de marzo) se ha reducido y podría cumplir con la condena de prisión preventiva que no es mayor a tres meses, siempre y cuando llegue a un acuerdo con su esposa.

Aún no hay un comunicado oficial.

La investigación seguirá en curso, pero después de la declaración de Lucely, Renato Ibarra quedaría libre porque no habría pruebas en su contra y tenerlo detenido sería contraproducente, pero eso se determinará en los próximos días.