El hombre que necesitaba alzar al equipo y tenía que ser grande en el momento más complicado, terminó siendo el más pequeño. Jared Goff no supo llevar a los Rams a la victoria, una vez más, y eso hace que todo mundo empiece a dudar si pagarle una extensión de contrato fue la decisión correcta.
Hace apenas unos días firmó por 134 millones y 4 años.
Al empezar la temporada 2019, ese dinero parece irse volando poco a poco y más porque los resultados dentro del emparrillado son cada vez peores. A pesar de que iban invictos hasta ayer, no fue gracias a Goff que hubieran ganado los primeros 3 encuentros de la campaña.
Aunque ha tenido algunas yardas, también se ha caracterizado por soltar balones a diestra y siniestra. Solo en los últimos 13 partidos de su carrera (incluidos los playoffs del año pasado), ha hecho 14 fumbles totales, o sea mínimo uno por encuentro.
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En la derrota contra los Tampa Bay Buccaneers no fue la excepción.
El tema y lo que hizo que todos los reflectores se fuera sobre él, no fue solo el balón suelto, sino que eso provocó que los Rams perdieron su última oportunidad de remontar en el encuentro. El mariscal de campo que tenía el juego en su mano derecha vio como era despojado de la pelota y el defensivo la regresaba a la zona de anotación.
Pudo haber salvado a la franquicia de Los Ángeles, pero no lo hizo. No pudo, no fue lo demasiado consistente y sobre todo, no fue lo suficientemente bueno. Él llevó a su equipo al borde de varias remontadas, pero luego descartó tontamente esas oportunidades.
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Sus números son un constante contraste partido tras partido.
Tuvo 45 pases completos en 68 intentos para 517 yardas, pero eso pasó a segundo plano con tres intercepciones, un balón suelto perdido, dos receptores abiertos perdidos potencialmente en camino a touchdowns y un tropiezo gigante en la línea de meta. ¡Ni miles de yardas pueden ayudar con eso!
No pudo con el reto que tenía enfrente. Sí, Goff estuvo bajo la presión constante de los Bucs que abrumaba una pobre línea ofensiva. Y además, su entrenador Sean McVay no le hizo ningún favor al renunciar al juego terrestre muy pronto en el partido. El tema es que por eso le dieron el contrato, para superar el tipo de obstáculos en los que caerían los jugadores comunes.
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Necesita ser especial cuando nadie más lo es. Necesita ser grandioso cuando los Rams lo requieren. Eso puso a pensar a todos, ¿realmente les ayudará cuando estén el problemas? Ayer no lo demostró cuando lanzó la pelota directamente a las manos del apoyador Lavonte David para una segunda intercepción.
Como si eso no fuera suficiente, falló un pase a un Gerald Everett abierto en una ruta de touchdown aparentemente segura la y luego perdió a Brandin Cooks en otro potencial touchdown en el siguiente drive. ¡Justo cuando era necesario que brillara, desapareció!
Jared Goff no está demostrando que el que le pagaron en el contrato valió la pena y puede ser que los Rams se arrepientan muy pronto, pero mientras eso suceda, el QB debe limpiar y solucionar muchas cosas, porque más juegos así y el próximo lo verá desde la banca.