Hablar de Paulo da Silva es recordar a uno de los grandes defensores que pasaron por el fútbol mexicano. El paraguayo marcó una época con el Toluca, donde se convirtió en referente y capitán de una defensa sólida que conquistó títulos y se ganó el respeto de toda la liga. Su liderazgo dentro y fuera de la cancha fue clave para una de las mejores versiones de los Diablos Rojos.
Su llegada al fútbol mexicano fue un acierto total: rápidamente se adaptó al ritmo de la liga y se volvió un ídolo para la afición escarlata. Posteriormente, su nivel le permitió dar el salto a Europa, donde militó con equipos como el Sunderland en Inglaterra y el Real Zaragoza en España. Aunque su etapa en Europa fue breve, siempre se mantuvo como un jugador respetado.
Con más de 100 partidos con la Selección Paraguaya y una carrera longeva, Paulo da Silva dejó una huella imborrable en el fútbol latinoamericano. Su profesionalismo y constancia lo convirtieron en un verdadero jugador de culto para quienes siguen la historia reciente de la Liga MX.