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Hay momentos en la vida en los que se deben tomar decisiones cruciales y que a veces no resultan como uno espera, tal y como le sucedió a Paulina Armería, taekwondoín mexicana-italiana que optó por representar a la nación del ‘Viejo Continente’ en su búsqueda por un boleto a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y narró la lucha contra el coronavirus que se vive en Europa.

La deportista emigró a Italia en octubre de 2019.

Cuando todo parecía transcurrir de manera positiva para la atleta, surgió la pandemia del coronavirus, que ha paralizado al planeta con tal de erradicar la propagación de la enfermedad. Desafortunadamente, Italia es uno de los países más afectados y Paulina compartió su experiencia al respecto.

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La deportista relató que comenzó a practicar taekwondo desde los 6 años de edad porque era una de las actividades que ofrecía su escuela. A partir de su primer contacto con esta disciplina, se enamoró de ella.

Confesó que dejó México por una oportunidad académica y fue ahí donde analizó la posibilidad de representar a Italia con tal de dar un paso más rumbo a cumplir su sueño de participar en Juegos Olímpicos por primera vez, aunque admitió que no fue nada fácil tomar la decisión.

Mencionó que el estilo y metodología de entrenamiento entre ambos países es muy distinto.

Con respecto a su proceso rumbo a la justa internacional, comentó: «Estábamos por hacer algunos últimos eventos de preparación antes de que se definieran las categorías de las niñas que buscarán el pase a los Juegos Olímpicos». Agregó que todo se canceló a nivel continental a causa del Covid-19.

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Por si fuera poco, se vio obligada a cambiar de residencia: «Actualmente estoy durmiendo en tiempos de cuarentena en casa del gerente del equipo de Italia con su familia y no me podría sentir más agradecida porque me acogieron y, dentro de lo que se puede, estamos entrenando en el balcón y en la casa haciendo lo que se pueda para mantener el ritmo de entrenamiento».

Comentó que aún no tiene una fecha tentativa de regreso a la actividad normal.

Ante la pausa que está atravesando, Paulina aseguró que está aprovechando este periodo al máximo para perfeccionar todo lo que se pueda y terminar de recuperarse de una lesión de mano que sufrió recientemente.

Sobre la realización de Tokio 2020, dijo que la decisión está en manos del Comité Olímpico Internacional.

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Con respecto a la posibilidad de enfrentar a una mexicana en el evento deportivo más grande del mundo, afirmó que le encantaría, no sólo por la nacionalidad, sino porque todas las clasificadas merecen estar ahí, rumbo a la conquista de una medalla.

Reconoció que la sociedad italiana no respetó desde el inicio las medidas impuestas por el gobierno ante el brote del coronavirus en primera instancia, puesto que seguían asistiendo a lugares públicos con frecuencia, que tuvieron que restringir sus horarios hasta que se optó por la cancelación de todo tipo de eventos.

Resaltó la unión de la gente y ejemplificó con una tarde en la que todos cantaron el himno nacional.

Finalmente, narró que la población italiana ya tomó conciencia acerca del problema que está aquejando al planeta y que todos están colaborando para evitar que se vuelva más grande, sabiendo que la salud es lo más importante para continuar con la vida de manera natural. Destacó que las personas están actuando con la fe por delante.

Esa es la historia de Paulina Armería, taekwondoín mexicana-italiana que ha luchado por su sueño desde pequeña y que no le importan las adversidades que tenga que superar para conseguirlo. Una vez que todo vuelva a la normalidad, peleará por su su primera participación olímpica en Tokio 2020 y por una medalla que refleje todo el esfuerzo que hay detrás.