El nuevo técnico de Pumas es un exfutbolista que tuvo un largo recorrido en México y tras su retiro dio el salto al deporte motor. La pasión de Bruno Marioni por los coches comenzó desde su etapa como jugador y se trasladó a las pistas.
El ‘Barullo’ se retiró de las canchas a inicios de 2010 y meses más tarde probó suerte como piloto en un serial en su país natal. Antes de esto contaba con experiencia en los go karts.
Marioni encontró en las carreras su pasatiempo favorito y en el tiempo que compitió lo hizo bien, obteniendo puestos importantes.
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Su tiempo libre después de retirarse fue aprovechado de gran manera por el nuevo timonel de Pumas ya que se trazó como meta principal el poder competir a nivel profesional en algún serial automovilístico y en marzo de 2010 debutó como piloto en la Fiat Linea Competizione.
Marioni obtuvo resultados positivos corriendo con monoplazas Fiat y ganó varios trofeos.
El personaje clave y el ‘culpable’ de alguna manera de que el argentino se apasionara por el automovilismo fue el piloto profesional Leonel Pernía, exfutbolista y concuño del ‘Barullo’.
Pernía introdujo en Marioni el amor por la adrenalina y el motor después de una carrera exitosa dentro de las canchas.
Su trascendencia al frente del volante llegó a un alto nivel y en el 2012 alcanzó la cima del éxito después de consagrarse campeón en la categoría Fiat Punto Abarth Competizione.
El automovilismo se convirtió durante varios años en el pasatiempo favorito de Bruno Marioni hasta que en el 2017 inició su carrera como entrenador en Venados de Mérida del Ascenso MX, equipo que dirigió entre 2017 y 2018.
