En los últimos años, los torneos sudamericanos han estado dominados por los clubes brasileños, dejando a equipos históricos como los argentinos lejos de la gloria. Ante esta realidad, muchos expertos consideran que el regreso de los equipos de la Liga MX a la Conmebol podría equilibrar la competencia y devolverle el atractivo perdido. México cuenta con planteles sólidos, estadios de primer nivel y una afición apasionada que siempre responde en los grandes escenarios.

El nivel de juego en México ha crecido notablemente, con clubes como América, Tigres y Monterrey que han demostrado poder medirse ante cualquier rival del continente. Su estilo dinámico y su poder económico podrían darle un nuevo impulso a torneos como la Copa Libertadores, que alguna vez contó con memorables participaciones mexicanas. Los recuerdos de equipos como Cruz Azul y Chivas llegando a finales aún permanecen frescos en la memoria de los aficionados.

Hoy, más que nunca, parece necesario que México vuelva al panorama sudamericano. La Conmebol se beneficiaría con el espectáculo, los ingresos y el nivel competitivo que ofrecen los equipos mexicanos. En un fútbol cada vez más globalizado, la unión entre ambas regiones podría marcar una nueva era dorada para el fútbol continental.