La Selección Mexicana levantó un nuevo título de la Copa Oro tras vencer 2-0 a Estados Unidos en la final disputada en Houston. Raúl Jiménez y Edson Álvarez fueron los encargados de anotar los goles que le dieron a México su corona en este torneo, reafirmando su estatus como el gigante de la Concacaf. Fue un partido controlado por el cuadro tricolor, que mostró solidez táctica y carácter desde el primer minuto.

Estados Unidos, que venía de una fase complicada, no logró hacerle frente al dominio mexicano. El equipo de las barras y las estrellas se mostró impreciso y sin ideas ante un México que aprovechó sus oportunidades y se cerró bien atrás. A pesar de la tensión en los últimos minutos, el conjunto mantuvo el orden y selló una victoria que vale oro.

Este campeonato representa más que un simple trofeo: es una señal de que la Selección Mexicana va por buen camino rumbo al Mundial 2026. Con una mezcla de jóvenes talentos y figuras consolidadas, México se consolida como líder regional y manda un mensaje claro: en la Concacaf no hay nadie más grande.