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El tiempo no pasa en vano para todos los atletas profesionales, mientras más pasan los años, menos es el impacto que tienen en sus equipos, algo que podría definir cómo serán vistos después de su retiro. Ese es el riesgo que corre actualmente el legado de Philip Rivers en los Chargers porque lleva varios años sin mostrar su mejor nivel.

Estuvo 16 años con la franquicia.

Hace un día, el mariscal de campo anunció que ya no estaría con los Chargers, no para retirarse sino para poder continuar su carrera en otro lado. A partir de marzo se convertirá en agente libre y aunque no tiene una oferta definida, lo único seguro es que ya no estará con la franquicia de Los Angeles.

Estar tanto tiempo en un solo lugar puede significar que no querían dejarlo ir porque llenó de gloria al equipo y durante un tiempo así fue, pero eso acabó hace algunos años. Eso podría hacer que su carrera con los Chargers sea recordada por lo que no logró y no por lo que hizo.

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2019 fue uno de los peores años para Rivers.

Fueron 61 veces en las que Rivers perdió un juego con diferencia de solo una posesión. A finales de año, ese número se extendió a 63. Según ESPN, ese es un récord entre los mariscales de campo en la era del Super Bowl, nadie ha perdido más juegos de esa manera en la historia. 

A eso hay que agregarle que terminó la temporada 100 casi con la misma cantidad de TD e intercepciones (23 anotaciones y 20 INT). A pesar de eso, en sus 16 años en San Diego-Los Ángeles incluyendo temporada regular y postemporada, Rivers tuvo récord de 128-107 con 61 mil 927 yardas por pase, 411 touchdowns por aire, 208 intercepciones y 8 selecciones al Pro Bowl. 

Aunque cuando se elegible al Salón de la Fama, no será eso lo que tomen en cuenta.

Formó parte de la clase de quarterbacks de 2004 donde estuvieron Eli Manning y Ben Roethlisberger, cada uno ya cuenta con dos anillos de Super Bowl, mientras que Rivers ni siquiera logró llegar a uno, mucho menos ganarlo.

Cuando decida retirarse, todo se centrará en las veces que no logró ganar partidos y mucho más que nunca alcanzó un campeonato. La leyenda de los Dolphins Dan Marino, quien nunca ganó un Super Bowl, tuvo que luchar contra las mismas críticas durante una carrera récord. La diferencia es que Marino al menos llegó a uno y terminó su carrera en el primer puesto tanto en yardas como en TD.

Tuvo oportunidad de cambiar eso en 2018, pero no lo hizo.

Obtuvo una calificación de pasador de 105.5 con 32 touchdowns y 12 intercepciones, mientras llevó a los Chargers a un récord de 12-4. Aunque en el momento importante (playoffs), no mostró ese nivel, Rivers completó solo 25 de sus 51 pases en una derrota 41-28 ante los Patriots que ni siquiera estuvo tan cerca de ganar como indica el marcador. 

Este año, solo Jameis Winston obtuvo más intercepciones que Rivers y por esa razón, los Chargers no hicieron nada por retenerlo. Sus intercepciones no fueron solo ataques de desesperación tardía en el juego, porque las decisiones inexplicablemente malas de Rivers ocurrieron durante todos los juegos. 

De una forma u otra, la carrera de Rivers está llegando a su fin y es difícil imaginar que termine de buena manera. Lamentablemente, legado de Philip Rivers en los Chargers será siendo recordado como un quarterback que siempre se quedó corto.