Lamine Yamal estuvo a nada de escribir su nombre con letras doradas en la historia del fútbol mundial. El jugador del Barcelona se quedó con el segundo lugar en las votaciones del Balón de Oro, en una edición donde muchos lo señalaban como el principal candidato al galardón. Sin embargo, el premio terminó en manos de Ousmane Dembélé.

A sus pocos años, Yamal ha demostrado una madurez futbolística impresionante, convirtiéndose en una pieza clave del Barcelona y de la Selección Española. Su habilidad, visión y desparpajo en el campo han hecho que la prensa y los aficionados lo reconozcan como el presente y futuro del fútbol mundial.

Para muchos, lo sucedido en las votaciones es una injusticia, pues consideran que Yamal ya había mostrado méritos suficientes para consagrarse como el mejor. Aun así, el reconocimiento internacional ya lo coloca en la élite del fútbol, consolidándolo como el “rey sin corona”.