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Nunca quitó el dedo del renglón de algún día convertirse en una figura importante en el mundo del futbol. El apoyó incondicional de los padres fue importante en la historia de David Beckham, la estrella inglesa que maravilló al mundo con su impecable toque de balón.

En 2013 colgó los botines tras 21 años de carrera.

La vida está llena de sorpresas y experiencias inigualables, como las que vivió este crack de Inglaterra. A lo largo de su niñez, siempre consideró al balón como su mejor amigo, a donde fuera nunca dejaba practicar sus tiros.

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La historia de David Beckham comenzó el 2 de mayo de 1975, en Leytonstone, Londres, Reino Unido. Fue el primer y único hijo varón que David Edward Alan Beckham y Sandra Georgina West tuvieron, lo impulsaron a cumplir su sueño de ser futbolista.

El fanatismo por el futbol y Manchester United fue gracias a su familia.

De niño nunca dejó jugar con el balón y con ayuda de su padre perfeccionó sus tiros de larga distancia, así que esos tiros libres que realizaba y levantaba de sus asientos a sus fanáticos nunca fueron «de suerte».

Tras formar parte de la escuela de futbol de Bobby Charlton en Manchester, se ganó la oportunidad de participar en una sesión de entrenamiento en las instalaciones del Barcelona, siendo su primer éxito.

Después, ingresó a las fuerzas básicas del Tottenham, pero su amor por el United lo alejó de los ‘Spurs’. Luego de un tiempo fue contratado por los ‘Red Devils’. Previo a su debut en la Premier League lo cedieron un mes al Preston North End.

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Tan bueno fue con el esférico que no tardó en jugar su primer juego con los ‘Diablos Rojos’. Nunca se imaginó que algún día sería dirigido por uno de los entrenadores más importantes del futbol inglés, como Sir Alex Ferguson, y formar parte de los ‘fergie babes’.

Con el paso de los años, el famoso ‘Spice Boy’ se convirtió en una de las estrella más emblemáticas del Manchester United tras alzar 7 Ligas, 2 F.A. Cup, 2 Community Shield, 1 Champions League y 1 Mundialito.

Posteriormente, dio el salto al Real Madrid, uno de los equipos más importantes del planeta. Vaya que le tocó ser parte de una de las generaciones más brillantes en dicho club. Fue parte de los ‘Galácticos’, jugando al lado de cracks como Ronaldo, Figo, Zidane y Raúl.

Sin embargo, sólo levantó un par de trofeos: una Liga y una Supercopa.

Luego de 4 temporadas con los ‘Merengues’, decidió cerrar su ciclo y fichar por los ‘Galácticos de Los Angeles’. En el L.A. Galaxy llegó como jugador franquicia y estuvo en 2 etapas, mismas en las que levantó unos trofeos de Liga.

Antes de decir adiós al deporte que tanto amó, se dio la oportunidad de jugar en escuadras como el PSG y Milán. De hecho, fue con los parisinos donde decidió patear por última vez el balón y donar su último contrato a la caridad.

Nadie tiene un gran corazón como él.

Cabe mencionar que jugó 3 Mundiales con la Selección de Inglaterra, pero jamás logró coronarse.

Ahora que es directivo del Inter Miami de la MLS se espera sea exitoso, así como lo fue de futbolista.