Un regalo de Navidad que estaba pidiendo la afición del Barcelona era la llegada de un futbolista que pudiera cambiarles la cara y ayudarlos a competir de mejor manera, ya que pasan su peor momento desde la llegada de Xavi al banquillo; los problemas económicos no desaparecen y un poco de fiebre brasileña podría ser la respuesta a mediano plano que tanto necesitan.
Pero en este punto decir que tanto necesitan sería cargarle mucha presión al futbolista que llegó al aeropuerto de Barcelona para integrarse con el primer equipo a sus escasos 18 años. Una de las sensaciones brasileñas es Vitor Roque que firmó por el equipo culé en el verano para integrarse apenas tuviera la mayoría de edad y así fue. En este caso, adelantó el proceso.
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En primera instancia, el club tenía previsto que llegara para el verano de 2024 con 19 años y un poco más de recorrido con su club, pero la crisis deportiva que atraviesa hizo que se adelantara seis meses para que tuviera participación en la segunda mitad de la temporada y se empezara a adaptar lo más pronto posible. Vitor es un atacante que tiene gol, pero todavía debe crecer en ese aspecto.
Vitor Roque aterriza directamente desde Brasil como lo hizo hace diez años Neymar y sin una etapa previa en el futbol europeo como antaño ocurrió con compatriotas cuyo recuerdo se mantiene muy vivo. El último brasileño fue Rapinha hace un año en donde poco ha trascendido sin demeritar el aporte en este tiempo, pero no es el futbolista que proyectaba en el Leeds United.
Con el caso del joven sudamericano, las expectativas son altas y claro está que competirá con su similar del Real Madrid Endrick, esto forma parte de la firma y llegada a estas alturas de la temporada. Intentará llenar loz zapatos de grandes estrellas que han vestido la camiseta ‘Blaugrana’. No estamos comparando nombres, pero al final de cuentas están presentes.
El recuerdo de Ronaldinho, Romario, Adriano, Coutinho, Neymar, entre algunos otros los tendrá en la espalda y también es cierto que varios de ellos fracasaron. El contexto de la llegada de Vitor Roque lo pone entre la espada y la pared por rendir de manera inmediata y ser el salvador que el club necesitaba, pero también esperar un proceso que debe llevar a mediano y largo plazo.
Una realidad es la fiebre brasileña que despertó entre los aficionados y con ello la etiqueta de gran promesa. En enero regresa LaLiga y su debut inminente bajo las órdenes de Xavi.