No importa cuántas veces lo intente, Cruz Azul parece destinado a caer ante América. Cada que se enfrentan en instancias clave, la historia se repite: errores puntuales, decisiones polémicas y una dosis de drama que siempre termina con la Máquina fuera. Esta vez, el villano fue Kevin Mier, quien con una acción innecesaria abrió la puerta al empate de las Águilas.
La afición celeste ya no sabe a quién culpar. En el pasado fue Rotondi con un penal innecesario, antes el árbitro, luego el destino. Lo cierto es que, por una u otra razón, Cruz Azul no logra dar el golpe final frente al rival que más lo atormenta. Y eso duele más cuando la eliminación es tan cercana.
Mientras tanto, América sigue firme, ganando con autoridad y sin miedo a las adversidades. Cruz Azul deberá reconstruirse, una vez más, con la sombra de la historia sobre los hombros. La maldición continúa… ¿hasta cuándo?