Kyrie Irving volvió a las duelas y los aficionados de los Brooklyn Nets eran los más emocionados, una de sus estrellas estaba de vuelta y había llegado el momento de convertirse en ese equipo dominante que les habían prometido cuando firmaron a uno de los dúos más llamativos de la NBA, Irving y Kevin Durant.
Su regreso fue tal y como se esperaba.
El armador estrella de los Nets anotó 21 puntos en 20 minutos en un tiro súper eficiente de 10 de 11, una actuación deslumbrante que ayudó a su equipo a vencer a los Atlanta Hawks, 108-86. Ahora imaginen cuando Durant salga de su lesión, realmente podrían ser imparables.
Aunque bien dicen que no todo lo que brilla es oro. Hay que ver atrás de Irving para determinar si en los próximos años los Nets están obligados a disputar el campeonato o están destinado a ser de esos equipos que cautivan y ganan durante la temporada regular solo para quedarse cortos en los playoffs.
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Nunca ha podido salvar a un equipo cuando lo necesitan.
Puede que Kyrie no sea la estrella segura que Brooklyn requiere. Justo como Boston lo necesitaba antes que ellos, al igual que Cleveland, antes de que Irving saliera de un equipo contendiente y ganador del campeonato para ser el hombre en otro lugar, solo para no serlo.
Puede pegar tiros impresionantes, superar a un MVP dos veces, poner una racha en un equipo de 73 victorias y deslumbrar con un nivel de belleza de baloncesto que raya en el arte, pero fuera del mundo de LeBron James, no ha sido demasiado. Esos 50 puntos en la apertura de la temporada en octubre y esos 21 puntos en un retorno estadístico son lo más que ha hecho.
Kyrie no ha hecho mejor al equipo.
Los Nets están 18-20, séptimo en la Conferencia Este, pero el efecto de Kyrie en el equipo los ha empeorado, aunque en una muestra muy pequeña. En los 12 juegos de los Nets en los que ha jugado, su equipo tiene marca 5-7, un porcentaje ganador de .416.
Agreguen a eso el hecho de que el equipo de Brooklyn del año pasado ganó 42 juegos y llegó a los playoffs sin Irving y es difícil ver el impacto positivo que ha tenido. Algo similar ocurrió en Boston:
Antes de que Irving llegara a Boston, los Celtics llegaron a las finales de la Conferencia Este, solo para caer ante los Cavs de Irving. En 2018, con Irving como Celtic pero lesionado en playoffs, los Celtics nuevamente llegaron a las finales de la Conferencia Este. Así que el año pasado tuvo que ser la temporada para Boston, pero una vez más no lo lograron con Irving.
Desde que salió de Cleveland para liderar un equipo, el liderazgo y la presencia de Irving han sido en gran medida negativos. El argumento de que un tirador y un talento como él es un requisito para llegar lejos, evidentemente no era cierto para Irving en Boston.
Solo el tiempo dirá si esto es cierto, pero después de ver su impacto, es necesario pensar que a lo mejor Kyrie Irving no es lo que necesitan los Brooklyn Nets o solo esperar a que se recupere Durant y así encontrar al dúo que no dependerá solo del exjugador de los Celtics.