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Hace un par de semanas, los receptores de Kirk Cousins no confiaban para nada en él -Adam Thielen y Stefon Diggs-, y parece que eso le pegó mucho al mariscal de campo de los Vikings, porque en cuestión de días pasó de ser la burla de la NFL a candidato al MVP.

Estuvo totalmente desaparecido los primeros 4 partidos.

Logró solo 3 pases de TD, 2 intercepciones y un total de yardas de 737. Para muchos no sonará como algo malo, pero hay que recordar que otros mariscales hicieron casi la mitad de eso es un solo partido, Lamar Jackson alcanzó 350 en el partido inaugural de los Ravens.

Eso hizo que el acuerdo de $84 millones de dólares a Kirk Cousins, totalmente garantizado por tres años, fuera visto como uno de los peores contratos en la NFL. El equipo parecía ocultar a su mariscal de campo altamente pagado mientras se apoyaba en su potente juego de carrera. 

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Adam Thielen fue el primero en criticarlo.

Después de la derrota de la Semana 4 ante Chicago, Adam Thielen se lamentó ante los medios de comunicación de que en algún momento: «Debes poder lanzar la pelota». Ese comentario cambio algo en Cousins, porque de ahí en adelante es un jugador que nunca habíamos visto.

Parece que octubre es el mes de la suerte para el QB. Lanzó 10 touchdowns y solo una intercepción, además, en la victoria del equipo 42-30 contra los Lions, se convirtió en el primer mariscal de campo en la historia de la NFL en contar más de 300 yardas aéreas y un índice de pasador de 135 o más en 3 juegos consecutivos.

Encontró su ritmo y confianza para liderar esa ofensiva.

Logró el balance perfecto entre un juego aéreo y uno terrestres que actualmente parecen imparables. Por un lado el corredor Dalvin Cook que tiene 725 yardas y por el otro, ya involucró a Adam Thielen y Diggs, quienes no podrían estar más felices por ello.

Minnesota pasó de tratar de limitar el impacto de Cousins -por su potente juego por tierra- ​​a desatarlo contra sus oponentes. Los resultados son bastante asombrosos en los últimos 3 encuentros: 

– 974 yardas por aire.

– 10 pases de TD.

– Promedio de índice de pasador de 139.

Las jugadas de engaño fueron claves para este repentina mejoría del equipo. Cousins ​​usó este sistema en solo el 27% de las jugadas, promediando un miserable 6.7 yardas por intento, pero los últimos 3 partidos se elevó a 45.8% con el jugador ​​promediando 14.1 yardas por intento (segundo), siete anotaciones (primero), sin intercepciones y una calificación de pasador de 157.2, la mejor de la NFL.

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Su carrera por el MVP va muy en serio.

Lidera la NFL en yardas por intento de pase con 9.1 y calificación de pasador de 114.3, ocupa el quinto lugar en pases de touchdown con 13 y el cuarto en tasa de finalización, 69.8%. Además,  es el cuarto pasador mejor calificado según Pro Football Focus este año con 83.9. 

Tardaron un poco en carburar, pero los Vikings ya deben ser considerados por la NFL como un rival a vencer, siempre y cuando Kirk Cousins siga jugando a ese nivel agresivo que hoy en día, lo tiene como candidato al MVP de la temporada.